Un Despedida Íntima y Emotiva

Giorgio Armani, el icónico diseñador italiano que revolucionó la moda, falleció el pasado jueves a la edad de 91 años. Este lunes, su pueblo natal, Rivalta, se convirtió en el escenario de un emotivo funeral privado que dejó huella en todos los asistentes.

Un Recibimiento Especial

El féretro de Armani llegó de forma solemne, escoltado por seis personas vestidas de traje, y fue recibido con pétalos de rosas blancas, sus favoritas. Las campanas de la localidad resonaron con un toque especial, marcando el fin de una era en el mundo del diseño.

Ceremonia Exclusiva

La ceremonia se llevó a cabo en la iglesia del pueblo, con una exclusiva asistencia de solo 62 personas, compuesta por familiares y íntimos amigos, tal como lo había solicitado el propio diseñador. Fuera de la iglesia, una corona de flores blancas adornó el lugar, con una dedicatoria que decía: "Con mucho afecto, sus empleados".

Un Legado de Amor y Moda

En Milán, las tiendas Armani permanecieron cerradas en señal de luto, evidenciando el amor y respeto que sus empleados sentían hacia él. El sacerdote Giuseppe Busani, amigo íntimo de Armani, ofició la ceremonia, donde se despidieron de un verdadero maestro de la moda.

Un Último Descanso

Después de la misa, el féretro fue trasladado a una funeraria local para su cremación, con la promesa de que sus cenizas serían colocadas en el panteón familiar, donde descansan sus padres y su hermano. Armani había restaurado este lugar especial en su pueblo natal, que guarda recuerdos de su niñez en Piacenza.

Un Último Homenaje

La comunidad tuvo la oportunidad de despedirlo durante dos días en capilla ardiente, donde aproximadamente 16,000 personas se acercaron a rendir homenaje al hombre que convirtió su visión en un imperio. Desde las calles de Milán, el legado de Giorgio Armani seguirá inspirando a generaciones venideras.