
El Electricista Jubilado que Revive el Cine en un Rincón de León
2025-09-02
Autor: Francisco
Un Proyector Viviente en Veguellina de Órbigo
En el corazón de Veguellina de Órbigo, un pequeño pueblo de León, un electricista jubilado ha hecho de su pasión por el cine una auténtica obra maestra. Con su gorra gris y bata que dice "Operatore de la macchina", Miguel Pérez, conocido como Trébol, se convierte en el alma de un fascinante museo del cine que ha creado con sus propias manos.
Un Tesoro Cinematográfico
Dentro de este museo, que es un verdadero homenaje a la historia del cine, se pueden encontrar más de 100 proyectores, bobinas, y carteles de películas clásicas. A través de su proyector Pathé Baby de 1912, Trébol transporta a los visitantes a la era del cine mudo, reviviendo las aventuras de figuras icónicas como Charlot y Popeye.
Un Amor que Trasciende el Tiempo
Desde hace tres décadas, Trébol ha dedicado su vida a revivir y restaurar maquinaria cinematográfica. Lo que comenzó en su casa se ha transformado en un museo donde comparte su amor por el cine con los locales y visitantes, llenando cada rincón con historias y recuerdos.
De la Pasión a la Comunidad
El museo no solo es un lugar de nostalgia, sino también de aprendizaje. Trébol ha inspirado la creación del festival "Luna de Cortos" y ha recibido visitantes de todo el mundo que agradecen su dedicación. "Me lo quieren comprar todo en Madrid o Barcelona, pero yo quiero que se quede aquí", dice con firmeza.
Un Defensor de la Cultura Cinematográfica
A pesar de la decadencia que enfrenta León, especialmente la despoblación, Trébol defiende la importancia de conservar este patrimonio. "Con el paso del tiempo, necesitamos a alguien que cuide y gestione este tesoro cultural", enfatiza, mientras muestra una colección de entradas antiguas que evocan épocas pasadas.
Un Trabajador Incansable
Su legado no se detiene ahí. Los visitantes pueden experimentar sus apasionantes visitas guiadas, donde incluso los escépticos quedan maravillados al ver el espectáculo que ofrece. Trébol no solo repara proyectores, también crea piezas customizadas para mantener su colección en funcionamiento.
La Pasión que Alimenta su Vida
La jubilación ha permitido a Trébol vivir por completo su sueño cinematográfico. En tiempos de pandemia, su vida giraba en torno a su pasión: "Desayunaba, comía y cenaba proyector", resume con una sonrisa. Este hombre pequeño, pero lleno de energía, sigue siendo un gigante en el mundo del cine.
Conclusión: Un Legado Cinematográfico que Perdura
Miguel "Trébol" Pérez es más que un electricista jubilado; es un guardián de la historia del cine, un apasionado que ha convertido su vida en un regalo para la comunidad. Su museo es un faro de esperanza y cultura en un paisaje que clama por atención.