Karl-Anthony Towns se preparaba para iniciar su décima temporada con los Minnesota Timberwolves, un equipo que lo seleccionó en el draft de 2015. Sin embargo, justo antes de uno de los campamentos de entrenamiento más emocionantes en la historia de la franquicia, donde los Wolves habían alcanzado las finales de la Conferencia Oeste la temporada pasada y se perfilaban como serios contendientes por su primer anillo, fue sorprendentemente traspasado a los New York Knicks. Con una imponente media de casi 23 puntos y 11 rebotes por partido, acompañado de impresionantes estadísticas de tiros de tres puntos (autodenominándose el mejor pívot tirador de la historia), y participaciones en cuatro All-Star Games, su legado en Minneapolis incluye solo dos eliminatorias de playoffs ganadas, ambas el último año. Los Timberwolves han estado buscando la gloria desde su establecimiento en 1989, pero nunca han llegado a las Finales de la NBA.

La carrera de Towns ha estado marcada por la lucha, comenzando con entrenadores y directores deportivos cambiantes. En sus primeras ocho temporadas, trabajó bajo cinco entrenadores diferentes y tuvo siete gerentes generales. A su lado, jugó junto a otros dos números 1 del draft; Andrew Wiggins, quien se fue del equipo y ganó un campeonato con los Warriors en 2022, y Anthony Edwards, quien ha demostrado ser un jugador franquicia con potencial de megaestrella. Esta situación resalta las complicaciones en la constelación de jugadores jóvenes; el talento no siempre se traduce en éxito.

Ahora, Towns se une a los Knicks, el equipo que animaba de niño en Nueva Jersey, justo en un momento en el que ambos, Knicks y Wolves, buscan el anillo. Aunque ha sido un jugador querido en Minneapolis, su rendimiento ofensivo ha sido cuestionado en términos de defensa y mentalidad competitiva. A pesar de ello, siempre se mostró comprometido y respetuoso, incluso durante los tiempos difíciles.

La triste realidad es que la lista de números 1 del draft que han logrado ganar un campeonato con la franquicia que los seleccionó es increíblemente corta. De hecho, esta lista incluye solo a un puñado de jugadores; se necesitan más de 60 años de historia de la NBA para identificar solo a unos pocos afortunados, y muchos deben esperar hasta salir de la organización que los eligió para encontrar el éxito.

En el siglo XXI, apenas cuatro jugadores han conseguido ganar con su equipo original: Tim Duncan con los Spurs y LeBron James con los Cavaliers, aunque este último tuvo que dejar a su franquicia de origen, posteriormente regresando para cumplir su promesa. LeBron, quien es considerado uno de los mejores jugadores de la historia, ganó su primer título en 2012 con Miami antes de regresar a Ohio en busca de redención.

El caso de Towns es emblemático de la presión y la expectativa que enfrentan los jugadores seleccionados en esa codiciada primera posición. La realidad más dura nos recuerda que ser el número 1 del draft no garantiza un futuro brillante, y muchos caen en la trampa del sobrevalorado potencial, solo para ver sus carreras desviarse.

Por último, en los últimos 30 años, solo siete jugadores han sido campeones desde el primer pick del draft. La creciente complejidad del scouting moderno, la llegada de talentos de diversas partes del mundo y las expectativas abrumadoras han hecho que elegir correctamente se vuelva un arte y una ciencia, a menudo con resultados inciertos. Towns, ahora en los Knicks, se embarca en un nuevo capítulo intentando alcanzar esa elusive gloria que lo había eludido en Minnesota. Solo el tiempo dirá si podrá finalmente convertirse en campeón en esta etapa de su carrera.