Valencia ha sido testigo de un desastre natural sin precedentes debido a la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que ha dejado un rastro de destrucción que no discrimina entre clases sociales, razas o religiones. En este contexto, la solidaridad ha florecido entre los ciudadanos, y decenas de miles de voluntarios han tomado la iniciativa para auxiliar a aquellos más afectados.

Entre los héroes anónimos, destacan algunas figuras públicas que han decidido ensuciarse las manos por una causa noble, como Paz Padilla, Miguel Ángel Silvestre e Íñigo Onieva. Pero uno de los nombres que más ha sorprendido es el del aristócrata Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, primo del rey Felipe VI de España.

A la edad de 56 años, Pedro no ha dudado en sumarse al esfuerzo colectivo, equipándose con botas de agua y un atuendo informal, se ha lanzado a las calles a limpiar el barro acumulado. Además de su labor en la limpieza, ha estado ayudando a retirar enseres dañados y ha participado en la distribución de alimentos y productos esenciales a las familias necesitadas.

Esta acción altruista del duque de Calabria se produce apenas tres días después de la visita de su primo Felipe VI y la reina Letizia, que generó una gran cantidad de comentarios y análisis tanto en medios nacionales como internacionales. La relación entre Felipe y Pedro va más allá de la familia; son también íntimos amigos, y el rey es el padrino de bautismo de María de Borbón y Landaluce, la hija menor de los duques de Calabria.

Cabe mencionar que Pedro de Borbón-Dos Sicilias ha estado casado desde el año 2000 con Sofía Landaluce y Melgarejo, con quien tiene un total de siete hijos, incluido el príncipe Jaime de Borbón, quien nació antes de su matrimonio. La familia ha demostrado su compromiso no solo con la tradición aristocrática, sino también con la comunidad, especialmente en momentos de crisis.

Esta situación ha puesto de manifiesto la importancia de la unidad y la cooperación en tiempos difíciles. La solidaridad de una figura pública como Pedro de Borbón-Dos Sicilias es un ejemplo inspirador que nos recuerda que, sin importar el estatus social, todos podemos contribuir a la construcción de un futuro mejor para quienes más lo necesitan.