El Colapso de Assad: Impacto del Fracaso Ruso en Siria en la Influencia Global del Kremlin
2024-12-19
Autor: David
La reciente retirada de las fuerzas y los equipos rusos de Siria, acompañada por un nuevo ataque masivo con misiles contra la infraestructura energética de Ucrania, pone de manifiesto los intentos del Kremlin por mostrar su poder militar ante lo que es ampliamente considerado como un fracaso crítico en la guerra siria.
El régimen de Bashar al-Assad, que ha recibido apoyo militar de Moscú durante casi una década, ahora enfrenta un colapso que no solo significa la pérdida de aliados estratégicos en Oriente Medio, sino también la posible pérdida de instalaciones cruciales como la base naval en Tartus y la aérea en Latakia. Esta situación es un duro golpe para la imagen de Rusia como una potencia global y su influencia en la región.
El asunto lleva también a reflexionar sobre la estabilidad interna de Vladimir Putin. A pesar de sus constantes afirmaciones de apoyo a Assad, las visitas recientes del líder sirio a Moscú han dejado claro que la situación es crítica. Assad solicitó más ayuda y, alarmantemente, el Kremlin no respondió positivamente a su petición, lo que aumenta la percepción de debilidad del régimen ruso.
El Kremlin ha intentado mitigar el impacto de su fracaso, pero sus mensajes han sido contradictorios. Mientras que el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó al grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham como una organización terrorista, al día siguiente, el Ministerio de Relaciones Exteriores cambió su postura y lo describió como un "grupo armado de oposición". Este giro en la narrativa ha hecho que analistas políticos como Maksim Katz critiquen la inconsistencia de la retórica del Kremlin.
Además, parece que Putin ha exigido respuestas a sus servicios de inteligencia sobre la incapacidad de detectar a tiempo las amenazas cocinadas para el régimen sirio. Sin embargo, las decisiones últimas recaen sobre él, como señala Amy Knight en su análisis. Las voces críticas dentro de los círculos cercanos a Putin empiezan a reconocer las consecuencias negativas de la intervención rusa. Expertos como Pyotr Akopov han lamentado la interpretación occidental de que Rusia e Irán han sufrido una “derrota histórica”.
El efecto del colapso de Assad también ha introducido nuevos riesgos para Rusia. Acusado de crímenes de guerra, Assad reside actualmente en Moscú bajo asilo político junto a su familia, lo que podría generar tensiones internas, especialmente con la posible reentrada de combatientes islamistas en suelo ruso.
Pese a las adversidades, Putin podría hallar un apoyo renovado si consigue mantener victorias militares en Ucrania, aunque esta no parece una tarea sencilla. Analistas advierten que la caída de Assad destaca la fragilidad de los regímenes autoritarios, incluyendo el suyo. Viktor Shenderovich, crítico ruso, reflexionó: “13.5 millones de sirios votaron por Assad en 2021... ¿Dónde están ahora? ¿No serán los mismos que destruyen sus monumentos y disparan al aire con júbilo?”
En este contexto, la situación de Siria no solo redefine el mapa geopolítico de Oriente Medio, sino que también pone en tela de juicio la estabilidad interna del régimen de Putin, un fenómeno que podría tener repercusiones globales en los próximos años.