El FC Barcelona ha sufrido una dolorosa derrota este domingo en el Estadio Olímpico de Montjuïc contra el CD Leganés, marcando un nuevo capítulo en su difícil temporada en LaLiga. Los de Hansi Flick aún no pueden encontrar el camino del triunfo, cosechando solo una victoria de sus últimos seis partidos, con un balance de dos empates y tres derrotas.

El partido comenzó de la peor manera para los azulgranas, quienes vieron cómo Sergio González anotaba el único gol del encuentro apenas en el minuto 3, aprovechando un córner servido por Óscar Rodríguez. Desde ese momento, el Barcelona se adueñó del esférico, dominando la posesión, pero fallando en el aspecto más crítico: la finalización.

Dmitrovic, el portero del Leganés, se convirtió en el auténtico héroe del partido, realizando tres intervenciones clave que mantuvieron su arco en cero, parando remates de Lewandowski y Raphinha que podrían haber cambiado el rumbo del encuentro. A pesar de los intentos del Barcelona por igualar, la defensa del Leganés se mostró sólida y eficaz.

La segunda mitad mostró un Barcelona desesperado que no consiguió perforar el monumental muro defensivo del equipo visitante, y aunque se hicieron cambios estratégicos con Ferran Torres y Fermín en lugar de Lewandowski y Olmo, el resultado no varió. Uno de los momentos más frustrantes para los locales fue cuando Iñigo Martínez se vio obligado a jugar como delantero en los últimos minutos del encuentro debido a la falta de opciones ofensivas tras la sustitución del polaco.

Pedro González, más conocido como Pedri, tras el silbatazo final, reflexionó sobre la situación del equipo: “No es posible irse contento hoy. La falta de claridad a la hora de definir ha costado muy caro. Si queremos ganar partidos, tenemos que estar más concentrados desde el inicio”. Su frustración refleja la situación actual del equipo, que ha anotado solo cinco puntos de los últimos 18 en juego.

La afición ahora se cuestiona la dirección de Flick, quien parece no encontrar un sistema adecuado ni un jugador clave que mueva al equipo en la Liga, a pesar de que el Barcelona sigue en plena pelea en la Champions League. El próximo desafío será crucial, ya que deben obligarse a reaccionar si no quieren perder el rumbo en la competición doméstica, donde ya están a la zaga de sus rivales. La presión aumenta y las alarmas suenan en el Camp Nou: ¡el tiempo de reaccionar se agota!