La era de Raulzinho Neto en el Barça de baloncesto parece estar llegando a su fin. El base brasileño, quien se unió al equipo de Joan Peñarroya a finales de noviembre para reforzar el juego exterior debido a la larga baja de Nico Laprovittola, no ha logrado cumplir con las expectativas debido a lesiones. Participó en solo dos partidos: su debut contra el Real Madrid y su reaparición frente al Estrella Roja, y en ambos tuvo una participación apagada de menos de cuatro minutos en la cancha.

Neto fue considerado un fichaje arriesgado, ya que estuvo casi un año sin jugar debido a una seria lesión en la rodilla. El Barça era consciente de esta situación y por ello le ofreció un contrato que incluía cláusulas de salida, similar al que se le ofreció a Jabari Parker, permitiendo al club prescindir de su servicio si el jugador no podía alcanzar un estado físico competitivo. Dado su desempeño y las lesiones, parece que su salida será inevitable y no implicará indemnización alguna.

Sin embargo, el desafío para el Barça radica en encontrar un reemplazo adecuado en un mercado de invierno muy limitado. A estas alturas de la temporada, hacer fichajes se vuelve complicado, especialmente si el objetivo es añadir un jugador que no ocupe una plaza de extracomunitario en la Liga Endesa, donde los estadounidenses Jabari Parker y Justin Anderson ya ocupan las plazas permitidas. Además, las finanzas del club están ajustadas, lo que dificulta la posibilidad de realizar una inversión significativa en un nuevo jugador que pueda impactar el ritmo del equipo.

El Barça de baloncesto también está atravesando uno de sus momentos más críticos en las últimas décadas. Actualmente, el equipo de Joan Peñarroya registra un balance de 16 derrotas, igualando sus 16 victorias, y se posiciona en un preocupante octavo lugar en la Liga Endesa (7-6), además de ocupar la undécima posición en la Euroliga (9-9). La situación ha generado inquietud entre los aficionados, quienes esperan que el club pueda actuar rápidamente para corregir el rumbo y evitar una temporada inestable. ¡El tiempo corre y el futuro del Barça en el baloncesto está en juego!