(CNN) – El alcalde de Nueva York, Eric Adams, se ha declarado inocente este viernes de varios cargos federales de corrupción en un caso que podría tener profundas implicaciones políticas para la ciudad.

Adams, ex capitán de la Policía de Nueva York, enfrenta graves acusaciones que incluyen soborno, fraude electrónico y solicitaciones de contribuciones de campaña de ciudadanos extranjeros. En una aparición en el tribunal federal de Manhattan, Adams exclamó: "Soy inocente, su señoría".

Las acusaciones, que surgieron tras una investigación exhaustiva, detallan supuestos actos de corrupción que datan desde 2016 hasta 2023. A lo largo de estos años, el alcalde habría aceptado lujosos beneficios, como viajes de primera clase y alojamientos gratuitos, que totalizan más de US$ 123,000.

Uno de los casos más notables incluye un viaje a Turquía en 2017, donde aceptó un paquete de beneficios de un empresario que estaba buscando la aprobación para un centro diplomático en Nueva York. La estancia se estimó en más de US$ 41,000, y el alcalde no reveló este viaje como es requerido por la ley.

Adams ha insistido en su inocencia y ha declarado que no tiene intención de renunciar, a pesar de las crecientes presiones políticas. El entorno se vuelve más tenso por la creciente posibilidad de destitución que la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, está considerando, indicando que la situación de Adams se ha vuelto “insostenible”. Sin embargo, Hochul también ha enfatizado la importancia del debido proceso y el tiempo que necesitará el alcalde para reflexionar sobre su posición.

El reverendo Al Sharpton planea convocar a líderes comunitarios para discutir el impacto de esta situación, entendiendo que podría generar una crisis de liderazgo en la ciudad de Nueva York. Sharpton ha expresado su preocupación por las complejidades que esta situación puede traer a la comunidad negra de la ciudad.

Si se condenara a Adams, podría enfrentar hasta 45 años de prisión. Los cargos más severos incluyen el fraude electrónico, que se relaciona con su manejo de fondos de campaña y la aceptación de donaciones encubiertas. Se alega que utilizó hasta ocho donaciones no declaradas para solicitar fondos públicos, violando así las regulaciones de financiamiento de campañas.

El caso de corrupción que rodea a Adams ha generado preocupación entre los líderes demócratas y ha abierto un debate sobre la necesidad de una nueva ética en la política neoyorquina. La relación entre Hochul y Adams, que previamente fue considerada sólida, ahora parece tambalear debido a la magnitud de las acusaciones.

Se clasificó esta situación como uno de los escándalos de corrupción más significativos enfrentados por un alcalde de Nueva York. La expectativa es que las próximas semanas serán cruciales tanto para la carrera política de Adams como para el futuro de la administración de la ciudad.