Fermín Gutiérrez, un exfutbolista del Real Madrid que ahora tiene 76 años, es un verdadero personaje en la historia del fútbol español. A pesar de su bajo perfil en los medios, su impacto fue monumental. Recordado principalmente como el primer agente de Raúl González, Fermín tiene historias que no muchos conocen, sobre todo la vez que cedió una Liga al Real Madrid al marcar un penalti crucial que evitó que el FC Barcelona se coronara campeón en 1978.

En los años 70, Fermín era conocido simplemente como un talentoso jugador de fútbol que brilló en equipos como el Real Madrid, donde compartió vestuario con leyendas del deporte. Sin embargo, sus problemas con las lesiones lo llevaron a una retirada prematura a los 31 años mientras aún tenía contrato con el Rayo Vallecano en Primera División. Su carrera estuvo marcada por la promesa, pero también por la frustración, pues las lesiones le impidieron alcanzar el potencial que muchos creían que tenía.

Tras su retiro, Fermín encontró paz en Córdoba tras una dura experiencia familiar y encontró su lugar entre el fútbol local, disfrutando de partidos juveniles y grandes encuentros, aunque siempre manteniéndose fiel en su apoyo al Real Madrid y al Atlético.

La histórica jornada que se recuerda a menudo es aquella en la que, mientras jugaba cedido al Córdoba, lanzó un penalti que impidió al Barcelona ser campeón, permitiendo que el Real Madrid se llevara la Liga. Este acto generó controversia y especulaciones sobre la posibilidad de un acuerdo económico con el Madrid y la presión que sentía en esos momentos.

"Si hubiera fallado ese penalti, quizás tendría que mudarme a Barcelona", bromea ahora Fermín, pero en ese momento fue un héroe para la afición blanca. Aunque muchos de sus compañeros pensaban que el Barcelona ganaría, él estaba decidido a hacer su parte y, al final, se convertía en el héroe no reconocido que les daba la Liga.

Después de esos acontecimientos, Fermín tomó un camino inesperado, dedicándose a la gestión de jóvenes talentos. Su propia experiencia como jugador lo llevó a querer ayudar a los jóvenes a evitar los errores que él tuvo. Este deseo lo llevó a crear su agencia, Forum Fútbol, donde rápidamente descubrimientos como Raúl González marcaron su carrera.

La relación que desarrolló con Raúl fue especial. Él pasó casi tanto tiempo con su representado como con su propia familia. Mis hijos solían bromear diciendo que Raúl era más importante que ellos, lo que demuestra la dedicación que Fermín puso en su trabajo como agente. Ayudó a formar la carrera del que eventualmente se convertiría en uno de los mejores jugadores de la historia del Real Madrid.

Aunque la relación con Raúl eventualmente terminó, Fermín sigue siendo una figura respetada en el mundo del fútbol, recordando con cariño sus días como jugador y como pionero en el rol de agente. Su legado perdura no solo por las ligas que ayudó a ganar, sino también por la inspiración que ha ofrecido a las futuras generaciones de futbolistas. Su vida es un testimonio de determinación y pasión por el deporte rey, marcando un antes y un después en la historia del fútbol español.