Dulce Lapiedra ha sacado a la luz la difícil infancia de Isa Pantoja, hija de la famosa cantante Isabel Pantoja, en la polémica finca de Cantora. Según Dulce, la familia de Isabel Pantoja hacía caso omiso a la pequeña Isa, lo que provocó una serie de humillaciones que marcaron su desarrollo emocional.

En una reciente entrevista, Dulce no solo habló de la falta de afecto que Isa recibía desde su entorno familiar, sino también de la indiferencia con la que su madre, Isabel Pantoja, trataba a su propia hija. Según sus declaraciones, Isabel era plenamente consciente de los desprecios hacia Isa, pero elegía no intervenir, lo que la llevó a una vida de soledad incluso dentro de su propia familia.

Dulce recordó un momento especialmente desgarrador en el que Isa descubrió que era adoptada. Isabel, en lugar de ofrecer consuelo, le respondió: "Eso no se le hace ni a un perro", una frase que refleja la falta de apoyo emocional que enfrentó la pequeña.

La exclusión de la familia hacia Isa se intensificó cuando empezaron a vivir juntos. Dulce describe cómo la madre y los hermanos de la artista ignoraban a la niña, dedicándole escasa atención y a veces incluso burlándose de ella. Este ciclo de desprecios creció hasta llegar a situaciones alarmantes. Cuando alguien le preguntó a Isabel por qué no defendía a Isa, Dulce expone: "Ella lo ha permitido", argumentando que la falta de acción de la tonadillera era una evidente señal de sus prioridades desbalanceadas.

Uno de los episodios más impactantes que relató Dulce fue el día en que a Isa le cortaron el pelo para evitar que saliera de casa. Lo que debería haber sido un acto de protección terminó convirtiéndose en una forma de aislamiento extremo, donde se le prohibía casi cualquier interacción fuera de los muros familiares. "Fue brutal y nadie hizo nada. A mí me apartaron del medio por intentar poner fin a esa situación", confiesa Dulce, que se siente culpable por no haber podido proteger a Isa durante esos años de sufrimiento.

Sobre un incidente particular, Dulce comenta cómo el hermano de Isa la roció con una manguera, una situación que ella considera totalmente inhumana y digna de denuncia. "Si hubiese estado allí, no lo habría permitido. Lo que ocurrió fue inaceptable", enfatiza. Esta dinámica familiar ha dejado huellas dolorosas en la vida de Isa Pantoja, que hasta el día de hoy se debate entre la búsqueda de su propia identidad y el peso del pasado.

La historia de Isa y su infancia en Cantora se convierte, cada vez más, en un tema candente de conversación en la prensa del corazón, y su lucha interna representa un eco de los desafíos que enfrentan muchos jóvenes en comparación con las expectativas que la sociedad y su propia familia les imponen. Mientras tanto, Dulce promete seguir sacando a la luz la verdad detrás de los muros de Cantora.