La Mesa del Congreso ha decidido aplazar la crucial decisión acerca de la propuesta presentada por Junts, que busca someter a Pedro Sánchez a una cuestión de confianza por su gestión. Este aplazamiento otorga un respiro al Gobierno y al PSOE, quienes están bajo intensa presión por las demandas del partido liderado por Carles Puigdemont, que se encuentra actualmente en Bruselas y planea hacer declaraciones importantes sobre la situación política en España.

Fuentes de la Cámara han indicado que Junts ha valorado positivamente este nuevo y crucial aplazamiento, mientras que desde Sumar, el partido de la vicepresidenta Yolanda Díaz, también se han mostrado cautelosos sobre la conveniencia de rechazar la medida. La mesa del Congreso, que tiene una composición mayoritariamente progresista, se encargará de evaluar adecuadamente la propuesta no legislativa presentada por Junts. Este retraso podría ser un salvavidas para Sánchez en un momento de gran inestabilidad política, justo cuando se inicia la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025.

Cabe recordar que esta propuesta de Junts busca instar al Gobierno a aceptar una cuestión de confianza, algo que se creía un monopolio del presidente del Gobierno. En diciembre del año pasado, los letrados del Congreso sugirieron que podrían aceptarse estas iniciativas siempre que su aceptación no implicara un compromiso vinculante para el presidente, un ofrecimiento que parece haber sido bien recibido por Junts.

Los partidos tienen un límite de tiempo para registrar sus propuestas en la Cámara, y el plazo para Junts se extiende hasta finales de febrero, lo que les da un margen considerable para mejorar su proposición. La aceptación o rechazo de la cuestión de confianza por parte del Congreso tendría implicaciones significativas, aunque no obligaría al presidente a actuar de inmediato.

María Jesús Montero, actual ministra de Hacienda, defendió esta mañana en Canal Sur que la Mesa del Congreso no puede tramitar tal propuesta, insistiendo en que la prerrogativa de una cuestión de confianza recae exclusivamente en el presidente del Gobierno. Afirmó que las negociaciones con Junts son a menudo complejas y se deben evaluar detenidamente, recordando que el apoyo de Puigdemont no es gratuito.

Mientras tanto, el Partido Popular se encuentra en una posición incierta, sin saber cómo reaccionará Puigdemont si su proposición no legislativa es finalmente desestimada. La vicesecretaria popular, Ester Muñoz, dejó claro que el PP no tiene intención de abrir canales de comunicación con Junts, señalando las dificultades que esto conlleva, dado que Puigdemont se encuentra en Waterloo, fuera de España, desde su huida de la justicia española en 2017.

¿Conseguirá Junts remodelar su propuesta y poner a Sánchez en una posición comprometida? La tensión en el Congreso promete intensificarse en los próximos días, y todos los ojos estarán puestos en la estrategia de los partidos en esta crucial legislatura.