Salud

Raquel Sánchez del Valle, neuróloga: 'La valoración clínica no es suficiente para saber si los problemas de memoria iniciales son el comienzo de una enfermedad neurológica'

2025-01-18

Autor: Marta

La destacada neuróloga Raquel Sánchez del Valle, originaria de Lugo, ha sido reelegida como coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Actualmente, ejerce en el Hospital Clínic de Barcelona y cuenta con más de 300 publicaciones científicas en revistas de prestigio internacional, así como su participación en más de 25 proyectos de investigación. Su enfoque principal se centra en enfermedades como el Alzheimer y otras demencias neurodegenerativas, especialmente aquellas que son genéticamente determinadas o que aparecen de forma temprana.

Sánchez del Valle ha afirmado que es fundamental comprender la relación entre conducta y demencias. Aunque a menudo se asocian las demencias a la pérdida de habilidades cognitivas, cambios de conducta pueden ser igualmente reveladores. Por ejemplo, en la demencia frontotemporal, los signos iniciales suelen ser cambios en la personalidad y comportamiento, antes de que aparezcan alteraciones en la memoria.

La especialista también ha señalado que, a pesar de que muchas personas relacionan las demencias con problemas cognitivos, en muchas situaciones las alteraciones del comportamiento pueden tener un impacto incluso mayor. Situaciones como la apatía o la irritabilidad pueden afectar significativamente la calidad de vida del paciente y sus cuidadores.

En cuanto a la variedad de demencias, Sánchez del Valle explicó que el Alzheimer representa alrededor del 60% de los casos, seguido por el deterioro cognitivo vascular, que se deriva de lesiones vasculares. Otras formas incluyen la demencia con cuerpos de Lewy y la demencia frontotemporal, que se relacionan con cambios conductuales prominentes.

Con respecto al diagnóstico precoz, la neuróloga destacó su importancia, ya que aunque actualmente no existen curas, los tratamientos son más efectivos cuando se administran en fases tempranas de la enfermedad. Esto permite a los pacientes participar en las decisiones sobre su propio cuidado.

En relación con el diagnóstico de Alzheimer, apuntó que, aunque existen métodos para detectarlo, como el análisis de líquido cefalorraquídeo y PET de amiloide, recientemente se han empezado a implementar pruebas de sangre que pueden ser igual de efectivas y más accesibles económicamente.

Refiriéndose a la aprobación de tratamientos, como el lecanemab, la doctora mencionó que el fármaco puede eliminar placas amiloides en el cerebro de los pacientes, logrando reducir el deterioro en un 30%. Sin embargo, su administración no está exenta de riesgos, ya que puede provocar inflamaciones o hemorragias en algunos casos.

Sánchez del Valle también se adentró en el ámbito de las demencias genéticamente determinadas, indicando que estas representan menos del 1% de los casos, pero poseen implicaciones significativas para los individuos y sus familias, quienes pueden optar por pruebas genéticas para determinar su riesgo.

Finalmente, abordó la prevención de la demencia en personas sanas. Aunque los factores genéticos desempeñan un papel, los no genéticos pueden representar un 45% del riesgo. Aspectos como la educación, el ejercicio físico, la dieta y la gestión del estrés son fundamentales en la mitigación del riesgo de desarrollar demencias.

El panorama terapéutico en este ámbito sigue evolucionando, y la neuróloga es optimista sobre la posibilidad de que, en el futuro, se puedan desarrollar tratamientos más eficaces que no solo aborden los síntomas, sino que ataquen las causas subyacentes de estas enfermedades devastadoras.