El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado decisiones clave al nombrar al congresista republicano Mike Waltz como su asesor de Seguridad Nacional, y al ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, como embajador en Israel. Pero, ¿qué significa esto para la política exterior estadounidense?

Mike Waltz, un veterano boina verde retirado del Ejército, ha sido un crítico acérrimo de la influencia china en la región Asia-Pacífico. Con una carrera militar y política que incluye haber colaborado con los secretarios de defensa Donald Rumsfeld y Robert Gates, Waltz es visto como un experto en temas de seguridad que se alineará con los intereses de Trump. En 2023, se destacó por copresentar un proyecto de ley que busca autorizar el uso de fuerzas armadas contra los cárteles de droga mexicanos, lo que revela su enfoque belicista y enérgico ante las amenazas internas y externas.

Por su parte, Huckabee es un ferviente defensor de Israel y su nombramiento llega en un momento crítico, ya que Trump ha prometido reforzar la alianza estadounidense-israelí en medio de tensiones con Hamás y Hezbolá, que cuentan con el apoyo iraní. Trump describió a Huckabee como "un gran servidor público" que trabajará para lograr la paz en Oriente Medio, lo que promete agregar una dimensión religiosa y moral a la política exterior estadounidense.

El cargo de asesor de Seguridad Nacional es de suma importancia, ya que permite a Waltz informar directamente a Trump sobre cuestiones clave sin necesidad de confirmación del Senado. A pesar de su crítica al gobierno de Biden por la operación de retirada de Afganistán en 2021, Waltz ha expresado apoyo a las visiones de política exterior de Trump, considerándolo un "perturbador" necesario que puede cambiar la cultura de seguridad tradicional en Washington.

Además, Waltz ha apoyado la idea de que el ejército de EE.UU. debe estar mejor preparado para un posible conflicto en la región Indo-Pacífico. En su reciente libro, “Hard Truths: Think and Lead Like a Green Beret” (Verdades duras: Pensar y liderar como un boina verde), delineó una estrategia en cinco pasos para evitar una guerra con China, que podría tener repercusiones globales alarmantes.

A medida que la situación en Ucrania evoluciona, Waltz también ha pedido que se reevaluén los objetivos de EE.UU. en la región, lo que puede señalar un cambio en la percepción sobre la implicación militar estadounidense en conflictos lejanos, en favor de concentrarse en la seguridad regional.

El nombramiento de estos dos políticos muestra la intención de Trump de dar un giro a la política exterior de EE.UU., priorizando alianzas críticas y abordando desafíos que muchos consideran inminentes. A medida que se posicionan para asumir sus roles, la comunidad internacional estará observando de cerca cómo estas decisiones impactan no solo el futuro de los Estados Unidos, sino también el equilibrio geopolítico en el mundo.