Una noche de pesadilla se ha apoderado de Valencia. Alrededor de las cinco de la mañana, la protección civil y los cuerpos de rescate enfrentaban una catástrofe sin precedentes. El presidente de la Generalitat, en una comparecencia preocupante a la una de la madrugada, informó que se han registrado víctimas mortales y que hay personas desaparecidas. La angustia sobre la suerte de los dos guardias civiles y una joven desaparecida en Paiporta, así como de un camionero en l'Alcúdia, eleva el pánico entre los ciudadanos.

Este episodio de lluvias torrenciales, que ha dejado huellas históricas en la región, ha sido devastador. Las imágenes de la provincia inundada están comenzando a llegar, mostrando la destrucción que ha causado la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Las calles se han transformado en ríos, con familias atrapadas en sus hogares, muchos de ellos refugiándose en los tejados de sus viviendas o en fábricas. La impotencia y el desconcierto se sienten en cada rincón. "Hemos pasado pánico. El agua nos llegaba al cuello", reportó un rescatado desde La Petxina.

En Ribarroja, el clima parece mejorar ligeramente, y el alcalde confirmó que se ha comenzado a evacuar a más de 20,000 trabajadores que permanecían atrapados en las 1,400 empresas del polígono industrial. A pesar de la incertidumbre que permanece, se respiró un aire de alivio al saber que no había víctimas reportadas en esa área específica.

Mientras la madrugada avanza, la invitación a la compasión y la solidaridad surgen con fuerza: la Casa Real ha hecho un llamado, expresando su profunda preocupación por las devastadoras consecuencias de la DANA en varias comunidades, incluidas Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía. El mensaje transmite la esperanza de que los desaparecidos sean localizados y expresan su agradecimiento a los héroes que trabajan incansablemente en condiciones adversas.

Valencia está viviendo momentos de dolor y desesperación. Esta situación, aunque trágica, una vez más nos recuerda la fragilidad de nuestras vidas ante los caprichos del clima. Las preguntas son inevitables: ¿Por qué ha sucedido esto? ¿Qué medidas se tomaron y cuáles deberían implementarse para evitar futuros desastres? Las respuestas son urgentes y necesarias. Sin duda, esta noche será recordada como una de las más duras en la historia reciente de la Comunidad Valenciana. Estemos atentos y unidos ante la adversidad.