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Desgarradora indignación en Donostia: Cómo la violencia ultra arruinó una noche de fútbol

2024-10-04

Los aficionados de la Real Sociedad vivieron una experiencia aterradora el pasado jueves en el Reale Arena, cuando un grupo de ultras del Anderlecht desató el caos, provocando la detención del partido. La tensión llegó a tal punto que muchas familias, incluyendo a niños, se vieron obligadas a abandonar el estadio por miedo a la violencia.

La protesta no se hizo esperar. Varios socios de la Real Sociedad han formalizado su descontento ante el club, exigiendo una reubicación de la zona visitante al anillo inferior del estadio para mayor seguridad. Este clamor evidencia el creciente desasosiego entre los aficionados locales, quienes consideran insuficientes las medidas actuales para prevenir incidentes.

La Real Sociedad ha emitido un comunicado enérgico condenando los ataques a sus aficionados y ha informado sobre la detención de cinco ultras que provocaron los disturbios. Durante el ataque, se rompieron vallas de metacrilato y se lanzaron objetos peligrosos hacia la grada familiar del estadio, lo que generó aún más alarma entre los presentes.

El alcalde de Donostia-San Sebastián, Eneko Goia, no escatimó en palabras al referirse a la situación. Anunció que solicitará al Departamento de Seguridad que los aficionados visitantes sean aislados en ubicaciones alejadas de la ciudad durante eventos considerados de alto riesgo. Goia enfatizó que "un grupo de ultras no puede condicionar de esta manera un evento deportivo y la actividad normal de una ciudad", manifestando su voluntad de erradicar a este tipo de grupos del ámbito futbolístico.

Además, el alcalde mostró su apoyo a la petición de la Real Sociedad a UEFA para prohibir la venta de entradas a aficiones violentas que puedan alterar la seguridad en el estadio y en la ciudad. La preocupación por la seguridad en eventos deportivos ha aumentado, especialmente tras este incidente, y es un tema que ya no se puede ignorar.

Los grupos políticos del Ayuntamiento, conformados por el PNV y el PSE, también se han unido a la condena de los actos vandálicos perpetrados por los aficionados belgas. En una declaración institucional, demandan a las autoridades que implementen medidas efectivas para evitar futuros episodios de violencia y asegurar que Donostia siga siendo un lugar seguro para todos.

En una rueda de prensa en Bilbao, el vicelehendakari, Mikel Torres, resaltó que el operativo de seguridad estaba debidamente planeado, aunque lo ocurrido evidencia que a pesar de una buena organización, la actitud de ciertos hinchas ultras puede arruinar la experiencia para todos. "Es imperativo reflexionar sobre el comportamiento de estos grupos a nivel de las grandes ligas europeas. La imagen del fútbol está sufriendo un gran daño", concluyó Torres.

Este trágico evento resalta la necesidad urgente de revisar las políticas de control en espectáculos deportivos y la responsabilidad que tienen las instituciones para proteger a los aficionados de la violencia. La pregunta queda en el aire: ¿Qué se necesita hacer para garantizar que nunca más se repita una noche como esta en el fútbol español?