Este martes 10 de diciembre de 2024, Claudia Sheinbaum ha hecho historia al tomar posesión como la primera mujer presidenta de México, marcando un hito en la narrativa política del país tras más de 200 años de república. La ceremonia tuvo lugar en la Cámara de Diputados, donde una casi multitudinaria presencia de mandatarios internacionales y representantes de organizaciones multilaterales se unió para atestiguar este momento trascendental.

"Honorable Congreso de la Unión, pueblo de México, protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidenta de la república que el pueblo me ha conferido", fueron las palabras de Sheinbaum en su discurso de toma de posesión, resonando con fuerza en el recinto legislativo.

El presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, quien gobernó de 2018 a 2024, tuvo el honor de entregar la banda presidencial a Ifigenia Martínez, presidenta de la Cámara de Diputados, quien colocó el símbolo del poder en los hombros de Sheinbaum en medio de un fervoroso aplauso que clamaba "¡presidenta, presidenta!" y "¡es un honor con Claudia hoy!", reafirmando el apoyo popular hacia su administración.

Después de la ceremonia en el Congreso, Sheinbaum se dirigió al Palacio Nacional, donde se reunió con una destacada delegación de líderes internacionales, incluyendo a Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Gabriel Boric de Chile, Gustavo Petro de Colombia, Miguel Díaz-Canel de Cuba, y Xiomara Castro de Honduras. También estuvo presente Jill Biden, primera dama de Estados Unidos, así como Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores.

Notoriamente, la ceremonia de investidura se llevó a cabo sin la presencia del Gobierno español, un gesto que llegó tras la reciente controversia por la falta de invitación al rey Felipe VI, evidenciando tensiones diplomáticas.

En su discurso inaugural, Sheinbaum enfatizó la necesidad de una "transformación profunda" en el país y proclamó que "es tiempo de mujeres" en el liderazgo político. La nueva presidenta reafirmó su compromiso con la estabilidad económica al asegurar que las inversiones privadas, tanto nacionales como extranjeras, estarán "seguras" bajo su mandato. Este es un momento crucial no solo para el país, sino también para las mujeres que han luchado por representación en el ámbito político.

Con el ascenso de Sheinbaum a la presidencia, muchos esperan un enfoque renovado en políticas de inclusión y equidad de género. La presidenta ha prometido no solo continuar con las iniciativas de su predecesor, sino también innovar en áreas clave como la educación, la salud y el medio ambiente. La historia está siendo escrita, y su administración podría ser un parteaguas en la política mexicana. ¡El espectáculo apenas comienza!