¡Descubren un vínculo inesperado entre la forma de la cara y trastornos mentales graves!
2024-12-26
Autor: Francisco
Un reciente estudio revolucionario, auspiciado por la Universitat de Barcelona (UB) junto a destacados centros de investigación como la Fundació per a la Recerca FIDMAG, el Centre d'Investigació Biomèdica en Xarxa de Salut Mental (Cibersam) y La Salle Universitat Ramon Llull, ha hecho hallazgos sorprendentes sobre cómo la morfología facial podría estar relacionada con trastornos mentales, específicamente la esquizofrenia y el trastorno bipolar.
La investigación, publicada en la prestigiosa revista 'Psychiatry Research', ha llevado a cabo una comparación meticulosa entre las características faciales de un grupo de control y pacientes diagnosticados. Los resultados son impactantes; las diferencias en la forma de la cara son, aunque sutiles, "significativas" en el caso de la esquizofrenia y se manifiestan de manera distinta según el sexo.
Los hallazgos revelan que las mujeres diagnosticadas con esquizofrenia mostraron un 5.9% de variación en sus rasgos faciales en comparación con solo un 4.2% en hombres. Por otro lado, los casos de trastorno bipolar solo mostraron diferencias faciales significativas entre los hombres.
Investigadores han advertido que estas características faciales no son fácilmente detectables a simple vista, reforzando la idea de que no pueden, por sí solas, ser utilizadas como indicadores diagnósticos de estos trastornos complejos. Ni las características faciales, ni los biomarcadores cerebrales y genéticos ofrecen suficiente consistencia para ser diagnosticados aisladamente.
Los hallazgos físicos son intrigantes: los pacientes con esquizofrenia tienden a tener ojos más pequeños y separados, bocas más pequeñas y una mayor distancia entre la nariz y la boca. En las mujeres, también se observó un aumento en la distancia entre el ojo y la nariz, así como entre la base de la nariz y el labio superior.
En cuanto al trastorno bipolar, la investigación encontró diferencias significativas en hombres, como una mayor distancia entre la nariz y los ojos, así como entre los extremos de los ojos, junto con una notable separación entre la boca y la nariz.
El equipo de investigación sugiere que la combinación de biomarcadores faciales, cerebrales y genéticos podría dar lugar a una herramienta diagnóstica innovadora que complemente las entrevistas clínicas, ofreciendo así a los médicos una forma más rápida y precisa de realizar diagnósticos.
Sin embargo, advierten que se requiere más investigación y el desarrollo de métodos de protección de datos antes de que esta herramienta biomédica pueda ser implementada. Actualmente, el equipo se dedica a ampliar su investigación, buscando replicar los análisis con una muestra poblacional más amplia y explorar nuevas maneras de integrar múltiples marcadores biológicos y clínicos.
Este estudio podría marcar un antes y un después en la forma en que diagnosticamos trastornos mentales severos. ¡Estaremos atentos a cómo evoluciona esta fascinante investigación!