¡Descubre qué jamón es el rey de la mesa saludable estas navidades!
2024-12-22
Autor: Francisco
Las festividades navideñas están a la vuelta de la esquina, y con ellas, la inevitable pregunta: ¿qué jamón deberías elegir para cuidar tu salud? Es un hecho conocido que los embutidos suelen contener grasas saturadas que, en exceso, pueden elevar el colesterol y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Pero, ¿todos los jamones son iguales?
El jamón de bellota se lleva la corona con su alto contenido de ácido oleico, un ácido graso que protege el corazón, similar al que se encuentra en el aceite de oliva. Según el profesor José Ramón de Berrazueta, académico de la Real Academia de Medicina de España, hay estudios reveladores que indican que comunidades que incluyen jamón de bellota en su dieta presentan perfiles lipídicos favorables para la salud cardiovascular.
Un importante estudio realizado por la Unidad de Endotelio y Medicina Cardiometabólica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, muestra que el consumo de jamón ibérico mejora la salud vascular incluso en personas sanas. Este estudio, liderado por José Saban-Ruiz, examinó a 102 participantes (76,8% mujeres) de entre 25 y 55 años y demostró los beneficios del jamón ibérico.
Hay que resaltar que no todos los jamones son iguales. La calidad y el tipo de grasa del jamón dependerán de la dieta del cerdo y su estilo de vida. En este sentido, se recomienda elegir lonchas de jamón de bellota, que poseen una exquisita grasa entreverada, y evitar la grasa externa del jamón serrano, como señala el profesor de Berrazueta. Diferentes estudios han evidenciado que las dietas ricas en pescado, aceite de oliva o jamón de bellota mejoran la salud vascular, protegiendo contra la arteriosclerosis.
Miguel Herrero, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación, también apoya que el jamón ibérico y el serrano son opciones más saludables. El serrano, siendo menos curado, es más económico y de menor calidad en comparación con el ibérico, que proviene de cerdos criados en condiciones especiales.
En cuanto la moderación, el académico de Berrazueta enfatiza que el jamón no debe ser la base de la dieta; consumirlo de manera ocasional es clave. De hecho, existe una asociación entre el consumo excesivo de carnes rojas y un mayor riesgo de cáncer de colon.
Después de un infarto agudo de miocardio, el consumo moderado de jamón ibérico está permitido, siempre que se retire la grasa visible y se limite su ingesta a un máximo de tres veces por semana, según la Federación Española del Corazón.
Desde el punto de vista calórico, el jamón contiene menos calorías que su grasa; sin embargo, el alto contenido de sal puede ser preocupante para personas con hipertensión, dado que una ingesta elevada podría repercutir negativamente en su salud.
Pero, ¿qué pasa con el jamón cocido? En comparación, el jamón cocido con mayor cantidad de carne es una opción más recomendable. Sin embargo, el jamón de calidad inferior, como el fiambre, suele tener aditivos y menos carne, lo que lo hace más barato.
Interesantemente, el caldo de huesos de jamón podría ofrecer beneficios cardiovasculares. Investigaciones han demostrado que al cocinar los huesos del jamón, se liberan péptidos que podrían tener efectos positivos en la salud del corazón. Un estudio de 2019 publicado en la revista ‘ACS Journal of Agricultural and Food Chemistry’ respalda la idea de que estos caldos pueden contribuir a mejorar la salud cardiovascular por su composición mineral rica y propiedades antiinflamatorias.
En resumen, si vas a poner jamón en tu mesa esta Navidad, ¡escoge sabiamente! Opta por el jamón ibérico o de bellota y recuerda siempre consumirlo con moderación para disfrutar de sus beneficios sin comprometer tu salud. ¡Felices fiestas y buen provecho!