¿Te has dado cuenta de que olvidar dónde dejaste las llaves se ha convertido en una rutina? Esto es más común de lo que piensas y, aunque el deterioro de la memoria es un fenómeno natural relacionado con el envejecimiento, hay formas efectivas de ejercitar tu mente y reducir estos lapsos de memoria. Según la neuróloga Alba Sierra-Marcos del Instituto de Medicina y Cirugía de Barcelona, memorizar matrículas de coches es solo uno de varios ejercicios útiles.

El deterioro cognitivo comienza a manifestarse entre los 50 y 60 años, pero factores como el estrés, la ansiedad y una mala calidad del sueño pueden influir en la rapidez con que esto ocurre. Si bien es normal tener pequeños olvidos a medida que envejecemos, ciertos problemas serios requieren atención médica: "No son parte del envejecimiento normal y pueden ser signos de demencia", advierte Teresa Moreno, neuróloga y miembro de la Sociedad Española de Neurología.

Señales de alerta a tener en cuenta

Los signos preocupantes incluyen perder objetos en lugares extraños, olvidar fechas importantes o desorientarse en lugares conocidos. Estos síntomas pueden ser alarmantes si se asocian con otros problemas, como dificultades en las tareas diarias o la incapacidad para seguir conversaciones.

Un informe de The Lancet Commission sostiene que, a medida que la esperanza de vida aumenta, también lo hace el número de personas con demencia, pero lo positivo es que aproximadamente el 45% de estos casos podrían prevenirse. El Dr. David Andrés Pérez Martínez del Hospital Universitario La Luz sugiere que adoptar hábitos saludables y practicar estimulación cognitiva puede ayudar a retrasar el deterioro de la memoria. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga no solo benefician el cuerpo, sino también la mente.

Actividades recomendadas

Cantar en un coro, leer en voz alta o apuntarse a clases de teatro son opciones que enriquecen tanto la memoria como las conexiones sociales. La neuróloga Miren Altuna Azkargorta recomienda que estas actividades se ajusten a la educación y los intereses individuales para maximizar su efectividad. Además, la práctica regular de actividades cognitivas como resolver cruces de palabras o jugar al ajedrez puede ser invaluable.

Por tanto, es esencial incluir ejercicios que ayuden a mantener la memoria activa. Entre las sugerencias de Sierra están actividades como:

- **Interpretar la hora de relojes analógicos**

- **Memorizar el orden de objetos en una habitación**

- **Jugar a cartas y resolver rompecabezas**

- **Leer resúmenes y aprender nuevas habilidades**

- **Practicar técnicas de memorización usando reglas mnemotécnicas**