El 12 de enero, la televisión pública catalana lanzó Infiltrats, un documental revelador que explora las vivencias de quienes han sido víctimas del espionaje policial. Esta producción no solo aborda estos casos dolorosos, sino que también destaca las investigaciones de La Directa, un equipo periodístico que ha desenmascarado a varios infiltrados en ambientes sociales y políticos.

Las personas entrevistadas en el documental, como Ramón, un policía que operaba encubierto en Benimaclet (Valencia), empezaron a sospechar de su presencia tras conocer los casos de infiltrados como María y Marc, quienes fueron descubiertos en Girona y Barcelona, respectivamente. Estas historias revelan cómo la información sobre otros infiltrados puede ser clave para reconocer a quienes nos rodean.

Por esta razón, un grupo de víctimas de estas prácticas policiales ha decidido publicar un libro titulado Manual para destapar a un infiltrado, que saldrá a la venta el 3 de febrero bajo la editorial Dos cuadrados. Este libro es fruto de un proceso colaborativo, donde aquellos que han sufrido la vigilancia de agentes encubiertos se unen para compartir sus aprendizajes y experiencias. Según una de las participantes, el objetivo de este proyecto es ayudar a otros militantes que se enfrentan a situaciones similares, brindándoles herramientas útiles y apoyo emocional.

Los reuniones iniciales fueron principalmente para el apoyo emocional entre las víctimas, pero pronto surgió la idea de crear una guía política, una herramienta que no solo beneficiara a los autores, sino también a la comunidad de militantes actuales y futuros. Este manual no solo busca fomentar una cultura de seguridad dentro de las organizaciones, sino también desafiar la imagen de las fuerzas de seguridad como entidades infalibles, revelando sus debilidades con información clara y accesible.

En el libro, las autoras también plantean sus dudas sobre la publicación de información delicada, reflexionando sobre el riesgo de comprometer investigaciones en curso y el cambio de métodos de los infiltrados. Sin embargo, creen que la difusión de esta información podría ser una forma efectiva de combatir el espionaje, ya que exponer tácticas puede llevar a que algunos agentes huyan, reduciendo la presencia policial indeseada en las organizaciones.

Inspirados en un manual similar publicado en el Reino Unido, que ayudó a descubrir a numerosos infiltrados, este grupo reconoce la importancia de compartir los conocimientos adquiridos para empoderar a otros. Junto a reflexiones sobre el proceso de investigación, el libro ofrece prácticas recomendaciones sobre cómo manejar el descubrimiento de un infiltrado, desde la prevención hasta el manejo de crisis posteriores a la revelación.

Un aspecto crucial que desarrollan es el reconocimiento del agotamiento emocional y psicológico que puede surgir al investigar infiltrados. No solo se trata de desconfianza, sino de un verdadero desgaste que puede paralizar la actividad política. Las autoras abordan la necesidad de no caer en la paranoia, un estado que puede llevar a la desconfianza extrema y perjudicial entre militantes. Plantean herramientas para identificar esta paranoia, sugiriendo un enfoque colectivo para tratar los miedos y sospechas de manera constructiva.

Como advertencia, las autoras resaltan que el estado de desconfianza prolongada puede llevar a la inacción y a una percepción distorsionada de los demás, enfatizando que lo primordial es centrarse en datos reales para actuar con certeza. De esta forma, esperan empoderar a las comunidades militantes y ayudarles a desarrollar una resistencia efectiva frente a las tácticas de infiltración.