América Latina enfrenta a un Trump 2.0: ¿El regreso del caos?
2025-01-17
Autor: María
El 20 de enero de 2025, Donald Trump asumirá nuevamente la presidencia de Estados Unidos, fortalecido por un sólido apoyo popular y un Congreso dominado por los republicanos. Este segundo mandato es considerado por muchos como su última oportunidad de implementar su visión política, ya que ha adoptado desde ahora una retórica provocativa que ha sacudido los medios de comunicación y el ámbito internacional.
Carolina Jiménez Sandoval, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), opina que, aunque algunas de sus declaraciones son disparatadas, Trump vendrá decidido a marcar su huella en la política internacional: "Su victoria es indiscutible y debemos prepararnos para un liderazgo aún más agresivo".
Durante su primer mandato, América Latina no ocupó un lugar destacado en la agenda estadounidense, salvo en contadas ocasiones como la crisis de Venezuela. Sin embargo, la composición de su nuevo equipo parece indicar un enfoque diferente. Trump tiene estratégicamente a figuras como Marco Rubio y Mauricio Claver-Carone en su gabinete, quienes presionan por sanciones más duras contra regímenes autocráticos en la región, como el de Venezuela, mientras que otros, como Richard Grenell, apuestan por un enfoque más negociador.
En este nuevo contexto, la situación global presenta varios retos. La crisis migratoria de venezolanos hacia Estados Unidos está en auge, y las tensiones internacionales, como la guerra en Ucrania y el conflicto en Medio Oriente, complican el panorama. Jiménez Sandoval advierte que esto podría obligar a Trump a negociar acuerdos más complejos para gestionar la migración y sus intereses en el sector energético de Venezuela.
Uno de los temas más críticos será la crisis del fentanilo y el crimen organizado que afecta a Estados Unidos, donde el gobierno de Trump podría ejercer presión adicional sobre México para abordar estos problemas. La idea de intervenciones militares en México ha comenzado a surgir en algunos círculos de su base, lo que podría desencadenar una crisis hemisférica y tensiones con otros países latinoamericanos que verían estas acciones como una violación de su soberanía.
Además, la relación de Trump con China y su guerra comercial podrían tener repercusiones significativas en América Latina, ya que muchos países de la región tienen lazos económicos estrechos con el gigante asiático. Los puertos y acuerdos comerciales podrían verse amenazados por sus políticas proteccionistas, lo que generaría incertidumbre en las economías locales.
La inquietud y el nerviosismo dominan el ambiente en América Latina. Con el regreso de un Trump 2.0, las naciones no solo tendrán que reaccionar ante sus políticas internas, sino también ante un país del norte que podría cambiar drásticamente su enfoque hacia la región. ¿Estará América Latina preparada para afrontar estos nuevos desafíos? El tiempo lo dirá.