Cuando hablamos de una alimentación saludable, no solo se trata de lo que comemos, sino también de cuándo lo hacemos. Este concepto se conoce como crononutrición, que investiga cómo el momento de nuestras ingestas alimenticias puede influir en nuestro bienestar, teniendo en cuenta los ciclos circadianos del cuerpo humano.

El reconocido nutricionista Luis Alberto Zamora ha compartido en el programa Y Ahora Sonsoles de Antena 3 su experiencia respecto a los horarios ideales para las tres comidas principales del día: desayuno, comida y cena. Según Zamora, ajustar estos momentos puede ser clave para mejorar nuestra salud cardiovascular y prolongar nuestra vida.

Horarios Clave para Desayunar, Comer y Cenar

Según Zamora, “la hora a la que hacemos nuestras principales ingestas influye en prevenir el riesgo cardiovascular, mejorar el control del peso y regular los niveles de azúcar en sangre.”

Desayuno:

Es aconsejable desayunar una hora después de que salga el sol, idealmente antes de las 8 de la mañana. “A esa hora, el cuerpo ya se ha despertado y está listo para comenzar el día, con las hormonas y el cortisol en su punto óptimo”, explica el experto. Este hábito no solo proporciona energía, sino que también puede ayudar a iniciar el metabolismo correctamente.

Comida:

Para el almuerzo, es mejor comer antes de las 14:00 horas. Zamora señala que este horario favorece una mejor respuesta a la insulina y evita picos de azúcar en sangre. Al hacerlo, el cuerpo puede regularse mejor, lo que se traduce en un control glucémico más eficiente y en la prevención de problemas metabólicos.

Cena:

La recomendación es cenar antes de las 21:00 horas. “Cenar más tarde se ha relacionado con un 28% más de riesgo cardiovascular”, advierte. Esto implica un mayor peligro de sufrir problemas graves, como infartos o accidentes cerebrovasculares. Aunque muchas culturas tienen horarios de cena más tardíos, Zamora enfatiza que no hay que saltarse ninguna comida; cada ingesta es crucial para aportar nutrientes al cuerpo.

Estudios Respaldan estas Recomendaciones

Un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y otras instituciones a más de 100,000 personas durante siete años respalda estas afirmaciones. Publicado en Nature Communications, sugiere que lo óptimo es desayunar antes de las 8 de la mañana y cenar antes de las 8 de la noche.

Anna Palomar-Cros, autora principal del estudio, afirma que “más allá de la calidad nutricional de la dieta, los horarios de las comidas pueden ayudar a promover una mejor salud cardiovascular.” Si se desayuna más tarde, se asocia a factores de riesgo cardiometabólico, como presión arterial alta y resistencia a la insulina.

Además, cenar tarde puede resultar en un aumento de la hemoglobina glicosilada, que es un indicador crítico para enfermedades cardiovasculares, y podría contribuir a la intolerancia a la glucosa, aumento de colesterol y un índice de masa corporal elevado.

¡Asegúrate de ajustar tus horarios de comida para mantener tu corazón y tu salud en óptimas condiciones! ¡Tu futuro y bienestar lo agradecerán!