
¡Descubre estos 10 hábitos simples que pueden salvar tu cerebro de la demencia!
2025-04-06
Autor: Carmen
El deterioro cognitivo no es un destino inevitable al que todos estamos condenados al envejecer. Con algunos cambios simples en nuestra vida diaria, podemos darle un impulso significativo a la salud de nuestro cerebro y reducir drásticamente el riesgo de enfermedades devastadoras como la demencia.
Especialistas de renombre, consultados por The New York Times, estiman que hasta un impactante 45% de los casos de demencia podrían prevenirse o retrasarse simplemente haciendo ajustes en nuestras rutinas diarias. Estas prácticas han sido respaldadas por neurólogos de instituciones prestigiosas, como la Universidad de Michigan y Cedars-Sinai, quienes buscan preservar la función cerebral el mayor tiempo posible a lo largo de nuestra vida.
1. Usa casco en actividades de riesgo
Uno de los hábitos más cruciales e inmediatos, según la Dra. Eva Feldman, del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Michigan, es el uso de casco al participar en actividades que impliquen riesgo, como el ciclismo o el esquí. La prevención de traumatismos craneales puede reducir significativamente la posibilidad de desarrollar encefalopatía traumática crónica, una afección que deriva en deterioro cognitivo progresivo.
2. Cuida tu audición
La pérdida auditiva, un fenómeno más común en personas mayores, está significativamente relacionada con un mayor riesgo de sufrir demencia. Los doctores Elizabeth Bevins y Shlee Song aconsejan el uso de protectores auditivos ante ruidos fuertes y la realización de pruebas de audición regularmente, incluso si la pérdida auditiva es ligera. Utilizar audífonos en momentos de soledad también activa el procesamiento auditivo del cerebro, contribuyendo a su salud.
3. No descuides tu visión
Asimismo, la salud visual juega un rol clave en la preservación de la función cognitiva. Investigaciones recientes indican que uno de cada tres adultos mayores con problemas visuales severos muestra signos de demencia. Esto resalta la importancia de realizar chequeos oftalmológicos regulares y corregir cualquier deficiencia visual a tiempo.
4. Mantente activo físicamente
Incorporar ejercicio a la rutina diaria, incluso con caminatas de solo medio kilómetro, puede mejorar la circulación y oxigenación del cerebro, como lo advierte el Dr. Cyrus Raji, de la Universidad de Washington. Además, el sedentarismo debe evitarse con pausas frecuentes y utilizando posturas que activen el tronco, como sentarse en taburetes o en el suelo, lo cual es respaldado por el Dr. Kevin Bickart de UCLA.
5. Controla tu colesterol
Es fundamental también prestar atención a los niveles de colesterol LDL en nuestra sangre, conocido como el colesterol “malo”. Este puede restringir el flujo sanguíneo hacia el cerebro, aumentando el riesgo de accidentes cerebrovasculares y deterioro cognitivo. El Dr. Fernando Testai, de la Universidad de Illinois, sugiere seguir una dieta rica en legumbres, cereales integrales y frutas, complementada con actividad física regular y, si es necesario, tratamiento farmacológico.
6. Cuida tu salud dental
La salud dental no debe ser ignorada, ya que infecciones bucales pueden tener repercusiones severas en la salud neurológica. Existe una conexión directa entre las enfermedades periodontales y la demencia, como señala la Dra. Song. Mantener una buena higiene bucal y realizar visitas regulares al dentista son medidas clave para la prevención.
7. Fomenta interacciones sociales
Además, las interacciones sociales son la mejor defensa contra el aislamiento, la depresión y la mortalidad prematura. “Una cena mensual con amigos o familiares puede marcar una gran diferencia”, señala la neuróloga Jessica Choi. Participar en clubes de lectura o actividades de jardinería también son excelentes formas de mantenerse socialmente activo.
8. Protege tu salud respiratoria
Por otro lado, el Dr. Deborah Cory-Slechta, de la Universidad de Rochester, advierte sobre el impacto de las partículas finas en el aire, que pueden inducir procesos inflamatorios en el cerebro. En días con mala calidad ambiental, el uso de mascarillas N95 y la instalación de purificadores de aire son estrategias recomendables.
9. Cuida tu cuello
La salud del cuello es fundamental para la irrigación cerebral. Lesiones en esta área pueden limitar el flujo sanguíneo y provocar coágulos. Evitar masajes profundos y utilizar el cinturón de seguridad en todo momento, tal como recomienda la Dra. Song, son prácticas esenciales para prevenir daños.
10. Prioriza el descanso nocturno
Por último, no podemos subestimar la importancia del descanso nocturno. Este favorece la consolidación de la memoria y la depuración de residuos en el cerebro. Para mejorar la calidad del sueño, la Dra. Feldman sugiere adoptar hábitos como el uso de cortinas opacas, técnicas de meditación para reducir el estrés o llevar un diario de sueño para identificar patrones de insomnio. Implementar estos consejos no solo puede proteger tu cerebro, sino también mejorar tu calidad de vida general.