¡Descubre cómo tus amigos pueden afectar tu salud intestinal!
2025-01-21
Autor: Antonio
Mencio, un reconocido filósofo chino, afirmó hace siglos que 'la amistad es una mente en dos cuerpos'. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que la ciencia moderna ha encontrado que la amistad también es, en parte, una microbiota compartida entre personas? Un reciente estudio ha revelado que cuanta más interacción hay entre las personas, más se asemeja la composición de los microorganismos en sus intestinos, incluso si no comparten un hogar. Publicada en la prestigiosa revista Nature, la investigación señala que el microbioma de un individuo está influenciado no solo por sus amigos más cercanos, sino también por los amigos de sus amigos.
Para comprender a fondo este estudio, viaje a las selvas de Honduras, donde un equipo de científicos de la Universidad de Yale pasó diez años reclutando a 1.787 adultos de 18 aldeas remotas. Estos participantes, que llevaban una dieta tradicional y prácticamente no consumían medicamentos, proporcionaron muestras fecales. Según Nicholas Christakis, autor principal, contaron con la colaboración entusiasta de los voluntarios, lo que facilitó la investigación.
Pero, ¿qué es exactamente la microbiota y por qué es tan esencial? Francisco Guarner, director de investigación en el Hospital General Vall d'Hebron de Barcelona, define la microbiota como el conjunto de bacterias, virus y hongos que habitan en nuestro sistema digestivo. Considerada como un órgano más, la microbiota es vital para la digestión y el sistema inmunológico, ayudando a descomponer la fibra y contribuyendo a la salud general del individuo.
A lo largo de los años, los científicos han estudiado qué determina la composición de la microbiota. Mireia Vallés Colomer, investigadora de la Universidad Pompeu Fabra, explica que se creía que la transmisión vertical de microorganismos de madres a hijos durante el nacimiento y la lactancia era el principal factor. Sin embargo, el nuevo estudio indica que la microbiota cambia a lo largo de la vida, y los responsables de esos cambios son nuestras conexiones sociales. Se trata de una transmisión horizontal.
“Nos asombró la cantidad de microbios que comparten las redes de personas. Podemos incluso predecir quiénes son tus amigos basándonos en la similitud de los microorganismos en tus heces”, dice Christakis. Las personas que viven juntas comparten hasta un 14% de sus cepas microbianas, mientras que aquellos que pasan tiempo juntos sin cohabitar comparten un 10%. Entre quienes residen en la misma comunidad pero no interactúan con frecuencia, apenas se comparte un 4%. Esto evidencia que hay un vínculo de transmisión, ya que los amigos de tus amigos parecen compartir más microorganismos de lo que sería esperado por azar.
Una inquietud persiste: ¿cómo se transmiten las cepas bacterianas de un intestino a otro? Aunque no hay una respuesta definitiva, se hypothesiza que la transmisión puede llevarse a cabo a través de la vía fecal-oral. Para ello, Guarner sugiere que las bacterias en el intestino a menudo llegan a las manos antes de entrar en la boca, lo que resalta la importancia de una higiene adecuada.
No se debe alarmar con esto; el intercambio de microorganismos puede ser esencial para nuestra salud. De hecho, investigaciones recientes sugieren que un microbioma saludable tiene efectos positivos en múltiples aspectos de nuestra salud. Se están realizando estudios para explorar cómo las alteraciones en la microbiota pueden estar conectadas a enfermedades no transmisibles como la diabetes, problemas cardíacos, e incluso trastornos de salud mental.
“Ya sabíamos que el entorno social influye notablemente en la salud, pero ahora descubrimos que también es fundamental para la formación de nuestro microbioma”, concluye Vallés. Este hallazgo plantea un nuevo paradigma en la salud, sugiriendo que no podemos entender el bienestar humano sin considerar el contexto social y microbiológico en el que vivimos. ¡Cuida tus relaciones sociales y, por ende, tu salud intestinal!