Cada año, la ciudad de León enfrenta un desafío significativo con aproximadamente 10.000 contagios de gripe, lo que resulta en entre 250 y 300 hospitalizaciones. La mayoría de estos casos son complicaciones gastrointestinales, neumonía u otitis, agravadas por enfermedades previas en los pacientes afectados. Lamentablemente, se estima que alrededor de 30 personas pierden la vida debido a este virus, sumándose a las 4.000 a 6.000 muertes que ocurren en toda España por problemas relacionados con la gripe cada año.

Sin embargo, un nuevo metaanálisis liderado por el prestigioso investigador leonés Estanislao Nistal, que incluye datos de 6,5 millones de personas de 38 países, ha revelado información poderosa: la vacunación contra la gripe no solo reduce el riesgo de contagio, sino que también disminuye en un 50% la probabilidad de muerte entre los casos más graves. Este estudio, uno de los más completos sobre la gripe hasta la fecha, fue realizado en colaboración con científicos del Instituto de Salud Carlos III, del Centro Nacional de Gripe de Valladolid y del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

Nistal, profesor de virología en la Universidad CEU San Pablo, explica que en un año ideal, la vacuna protege entre el 50% y el 60% de quienes se inoculan; sin embargo, en años menos favorables, como el 2018, esta cifra cae al 25%. Además, el estudio indica que la eficacia de la vacuna varía según la edad. Es notablemente efectiva para prevenir infecciones por el subtipo H1N1 de la gripe A y el virus de la gripe B en todos los grupos etarios, desde niños menores de 5 años hasta personas mayores de 65. Sin embargo, la efectividad es ligeramente menor cuando se trata del H3N2 en adultos.

Los resultados, publicados en la revista European Respiratory Review, muestran la ordenada comparación de los subtipos más comunes del virus y profundizan en cómo los virus logran eludir la protección de la vacuna. "Las vacunas no son un escudo perfecto", reflexiona Nistal, quien destaca que la efectividad varía entre subtipos y grupos de edad.

Por ejemplo, en adultos mayores de 65 años, la vacuna tiene un impacto limitado en el riesgo de infección por gripe A, mientras que resulta especialmente eficaz en niños menores de cinco años. Este subtipo es conocido por sus altas tasas de mutación, lo que complica su control.

El virus de la gripe es notoriamente diverso y cambia con rapidez, lo que obliga a actualizar las vacunas cada año basándose en las variantes predominantes del invierno anterior. Este proceso es clave, ya que la eficacia de la vacuna puede fluctuar enormemente de un año a otro.

Los inmunólogos resaltan la importancia de este estudio, que evalúa a nivel global la eficacia de las vacunas de la gripe en un período extenso y con una vasta población. A pesar de las variaciones, se ha demostrado que la vacunación es, por mucho, la herramienta más eficaz que tenemos para prevenir y mitigar la gripe. No solo ayuda a prevenir la transmisión, sino que también disminuye las complicaciones graves, incluidas la neumonía, hospitalizaciones y muertes.

En conclusión, aunque todavía no contamos con una vacuna universal que garantice protección contra todas las cepas de la gripe, la vacunación sigue siendo nuestra mejor defensa contra esta enfermedad potencialmente mortal. ¡Vacúnate y únete a la lucha contra la gripe! Tu salud y la de tu comunidad dependen de ello.