La Federación Internacional de Farmacia (FIP) ha lanzado recientemente una nueva guía de referencia actualizada sobre los conocimientos y habilidades que deben tener los farmacéuticos en el ámbito de la inmunización global. Esta guía es vital, ya que aborda desafíos críticos como la reticencia a las vacunas y la desinformación, asegurando que los farmacéuticos estén capacitados para ofrecer servicios de vacunación de manera efectiva.

Este nuevo trabajo representa una revisión de la guía de referencia de la FIP sobre vacunación del año 2021, adaptada a los cambios dinámicos en la práctica de la salud y la farmacia. Además, esta actualización se enmarca dentro de estrategias y objetivos globales más amplios, destacando que la vacunación está estrechamente vinculada a 17 de los 21 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) introducidos por la FIP en septiembre de 2020. Esto resalta la importancia estratégica de la vacunación no solo para la farmacia y la FIP, sino también para la salud pública a nivel mundial.

Según la FIP, el papel de los farmacéuticos en la vacunación ha crecido considerablemente. Con evidencias sólidas que demuestran su impacto positivo en la mejora de las tasas de vacunación y el acceso a estos servicios, los farmacéuticos están siendo reconocidos como parte integral de las campañas de vacunación y de las iniciativas de salud pública.

A medida que el alcance de la práctica farmacéutica se expande, la educación y la formación también deben seguir su ejemplo. La FIP señala que existe una necesidad urgente de integrar la educación sobre vacunación en los planes de estudio de farmacia a nivel global, con el objetivo de preparar a los futuros farmacéuticos para estos nuevos desafíos.

Los farmacéuticos no solo participan activamente en la promoción de la vacunación, sino que también educan a los pacientes sobre sus beneficios. Su labor es crucial para disipar mitos y desinformaciones que generan reticencia a la vacunación, especialmente en poblaciones marginadas y de alto riesgo. Al fomentar la confianza y proporcionar información basada en evidencia, son clave para mejorar la aceptación de la vacuna.

Además, desempeñan un papel esencial en la gestión de la cadena de suministro de la vacunación, lo que incluye el almacenamiento y distribución adecuada de las vacunas. Su implicación va más allá, abarcando la investigación, desarrollo, producción, control de calidad y actividades regulatorias relacionadas con las vacunas.

El creciente papel de los farmacéuticos en la inmunización es un reconocimiento de su potencial para enfrentar los desafíos de salud globales. Al expeditar y desarrollar esta función, los farmacéuticos son fundamentales para alcanzar mayores tasas de vacunación y mejorar los resultados de salud pública en todo el mundo. Por ello, la FIP enfatiza que es esencial que la educación y formación en este campo avancen al mismo ritmo que se expande el rol de los farmacéuticos en la vacunación.