La actividad física regular no solo es esencial para mantener una buena salud, sino que también juega un papel crucial en la lucha contra el cáncer. Un nuevo estudio de la Universidad del Witwatersrand, en Sudáfrica, ha demostrado que el ejercicio realizado antes de recibir un diagnóstico de cáncer puede disminuir significativamente el riesgo de progresión de la enfermedad y la mortalidad asociada.

Los hallazgos, publicados en el British Journal of Sports Medicine, indican que incluso unos niveles moderados de actividad física pueden ofrecer beneficios sorprendentes. Los investigadores afirman: "Hay evidencia sólida de que la actividad física ayuda a reducir el riesgo de muerte por cáncer, aunque la conexión con la progresión de la enfermedad necesita más estudio".

Datos Impactantes: 28,000 Participantes

Este estudio analizó datos de 28,248 miembros del programa Vitality entre 2007 y 2022, que ya habían sido diagnosticados con cáncer en estadio 1. El programa Vitality está asociado con Discovery Health Medical Scheme, el mayor plan médico en Sudáfrica, con aproximadamente 2,8 millones de beneficiarios. Los participantes se dividieron en tres grupos según sus niveles de actividad física en el año anterior al diagnóstico: no registrados, bajos (menos de 60 minutos semanales) y moderados a altos (más de 60 minutos semanales).

Resultados Sorprendentes

Los hallazgos mostraron que aquellos que realizaron alguna actividad física, incluso en niveles bajos, tuvieron una probabilidad un 16% menor de progresión de la enfermedad y un 27% menor si realizaron actividad de moderada a alta intensidad, comparado con quienes no hicieron ejercicio. En cuanto a la mortalidad, las tasas fueron un 33% menores para los que realizaron actividad física baja, y un 47% para los que se mantuvieron activos a niveles moderados o altos.

Dos años después del diagnóstico, la tasa de no progresión de la enfermedad fue del 74% para quienes no se ejercitaron en el año previo, frente al 78% y 80% para aquellos que sí lo hicieron en niveles bajos y moderados a altos, respectivamente. A medida que avanzaban los años, aunque la progresión del cáncer aumentaba, aquellos que se mantuvieron activos seguían disfrutando de mejores estadísticas de progresión y supervivencia.

La Clave: El Ejercicio como Refuerzo del Sistema Inmunológico

Aunque este es un estudio observacional y no se pueden establecer relaciones de causa y efecto, los investigadores sugieren que el ejercicio puede beneficiar el sistema inmunológico al aumentar la cantidad de células inmunitarias, que son esenciales para combatir las células cancerígenas. Además, se cree que el ejercicio puede reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de mama y próstata.

"El ejercicio proporciona ventajas significativas en términos de progresión y mortalidad para los pacientes diagnosticados con cáncer", concluyen los investigadores. En un contexto donde el cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte, fomentar la actividad física podría ser una estrategia clave en la prevención y tratamiento de esta enfermedad.

Conclusión: ¡Actívate por tu salud!

Incorporar actividad física a tu rutina diaria no solo mejora tu bienestar general, sino que también puede ser una decisión que cambie la vida en la lucha contra el cáncer. No esperes más, ¡empieza hoy mismo a cuidar de tu salud!