En un sorprendente giro de los acontecimientos, el Estadi Olímpic Lluís Companys ha sido testigo de un descenso alarmante en la asistencia de aficionados durante el último partido de Liga contra el Leganés. Por primera vez en esta temporada, el aforo no ha alcanzado los 40.000 espectadores, quedando registrado en 39.523. Esta cifra evocadora ha planteado serias preguntas sobre el futuro del club y su capacidad para atraer a los fieles seguidores.

Este descenso en la afluencia se produce en un contexto crítico, ya que el equipo no cuenta con la Grada d'Animació por tercer encuentro consecutivo, un factor que sin duda ha influido en la atmósfera del estadio. La asistencia previa más baja había sido de 43.921 espectadores durante el encuentro contra Las Palmas el 30 de noviembre, lo que subraya la notable caída en el interés de los aficionados.

El clima frío y el horario poco conveniente -domingo a las 21 h.- han contribuido a que muchos seguidores optaran por quedarse en casa, a pesar de que el equipo llegó con un impulso renovado tras su victoria en Europa contra el Borussia Dortmund. Sin embargo, estas cifras lamentables ponen de manifiesto la creciente frustración de los hinchas y la necesidad urgente de que el club recupere la conexión con su base de seguidores.

¿Podrá el equipo revertir esta tendencia y recuperar el fervor de su afición? La respuesta es incierta, pero lo que es indiscutible es que este tipo de asistencia no puede continuar si el club busca aspirar a grandes logros esta temporada. ¡Sigue atento a las próximas jornadas!