Ciencia

¡Cuidado! La multitarea puede estar destruyendo tu cerebro lentamente, y aquí te contamos por qué

2025-01-20

Autor: Francisco

Investigaciones recientes demuestran que realizar múltiples tareas al mismo tiempo no solo perjudica nuestra memoria, sino que también puede reducir el tamaño de nuestro cerebro.

El uso creciente de la tecnología está transformando la forma en que funciona nuestro cerebro. Este fenómeno es particularmente alarmante en niños menores de dos años, donde estudios indican que el uso de pantallas múltiples está vinculado a problemas cognitivos y conductuales durante la edad preescolar. Experts advierten que esta exposición temprana a la tecnología puede tener consecuencias a largo plazo en el desarrollo cerebral.

Un estudio pionero de la Universidad de Stanford muestra que nuestro cerebro es incapaz de procesar tareas simultáneas de forma efectiva, lo que resulta en un rendimiento pobre a la hora de gestionar información y cambiar de una actividad a otra. La multitarea, lejos de ser una habilidad que mejoramos con la práctica, es un mito tanto para computadoras como para cerebros humanos.

El profesor Cal Newport, especialista en ciencias de la computación, ha señalado que incluso una breve consulta al correo electrónico puede desencadenar cambios cognitivos significativos, perturbando nuestra concentración y productividad. Investigaciones han demostrado que más del 60% de los adultos que practican la multitarea mediática reportan problemas de atención y memoria.

Un dato sorprendente es que el cortex cingulado anterior, una estructura del cerebro fundamental para dirigir la atención, está reducido en tamaño en quienes realizan frecuentemente múltiples tareas. Esto sugiere que la multitarea no solo impacta nuestro rendimiento actual, sino que podría inducir cambios estructurales en nuestro cerebro.

Los científicos han comenzado a investigar cómo la sobrecarga cognitiva afecta no solo la función cerebral, sino también la salud física. Las interrupciones constantes generan un residuo de atención que incrementa el costo energético de alternar entre actividades, deteriorando aún más nuestra capacidad de concentración.

Los efectos son aún más preocupantes en ámbitos que exigen alta precisión, como la medicina. Un famoso incidente resaltó cómo un médico cometió un error crítico en la dosificación de medicamentos porque se distrajo al revisar un mensaje sobre una fiesta. Este tipo de accidentes puede tener consecuencias fatales, subrayando la urgencia de abordar los riesgos de la multitarea en entornos críticos.

Además, la digitalización de historias clínicas está dando lugar a una disminución en la interacción personal entre médicos y pacientes, ya que los profesionales se ven obligados a concentrarse más en pantallas que en el lenguaje corporal y las expresiones faciales de quienes atienden.

Los costos de energía asociados con la multitarea son importantes. Un estudio realizado con 257 enfermeras y más de 3,000 pacientes en cuidados intensivos demostró que los errores de medicación aumentaban notablemente cuando el personal recibía mensajes o llamadas en los minutos previos a la administración de medicamentos.

La creencia errónea de solo utilizar el 10% de nuestro cerebro ha llevado a subestimar los efectos de la multitarea. Mantener nuestros 86 mil millones de neuronas requiere un gasto energético considerable, incluso cuando no están generando señales eléctricas.

La evolución ha modelado nuestro cerebro para que solo una pequeña porción de neuronas esté activa en un momento dado. Este diseño permite transmitir la máxima información con el mínimo consumo de energía, pero a costa de no poder mantener múltiples focos de atención al mismo tiempo.

Por lo tanto, la próxima vez que sientas la tentación de realizar varias tareas a la vez, recuerda que el costo energético de la atención es el más alto de todas las funciones cerebrales. La multitarea no solo crucialmente disminuye tu rendimiento inmediato, sino que puede estar ocasionando cambios duraderos en la estructura y función de tu cerebro.

¿Realmente vale la pena arriesgar tu salud mental y cerebral por un poco de eficiencia en el momento? ¡Piénsalo dos veces!