
¡Cuidado! Este adorable erizo moruno puede costarte hasta 200.000 euros
2025-09-05
Autor: Laura
Un pequeño peligro en las Islas Canarias
Con su cuerpo erizado, hocico curioso y ojos que derriten corazones, el erizo moruno parece ser la mascota perfecta. Sin embargo, a primera vista inofensivo, este animal es en realidad una especie introducida que amenaza la diversidad biológica de Canarias.
La llegada del erizo moruno a Canarias
El erizo moruno (Atelerix algirus) hizo su debut en Canarias a finales del siglo XIX, aproximadamente en 1892, y desde entonces su número ha crecido de manera alarmante. Hoy, estos animales se encuentran en Fuerteventura, Lanzarote, Gran Canaria, Tenerife y La Palma. El biólogo Eduardo Martín advierte que "mucha gente se deja llevar por su ternura y decide llevar uno a casa, pero eso no solo es ilegal, es irresponsable".
Un problema ecológico creciente
Lo que comenzó como una curiosidad biológica se ha transformado en una crisis ecológica. Estos erizos son predadores voraces, devorando huevos y polluelos de aves, así como invertebrados endémicos y reptiles de las islas. Su impacto es devastador, afectando el equilibrio de los ecosistemas locales.
Riesgos para la salud humana
Pero eso no es todo: el erizo moruno también representa un riesgo sanitario. Un estudio reveló que el 93% de los erizos analizados en Tenerife portaban patógenos que pueden causar diarrea en humanos, como E. coli y Salmonella. Esto convierte al erizo en un peligro para aquellos que se aventuran a manipularlos.
Un sistema de defensa sorprendente
En su hábitat natural, estos erizos han desarrollado una defensa única y potencialmente venenosa. Aunque en Canarias no hay sapos para masticar, su comportamiento defensor sigue siendo riesgoso. Su naturaleza puede llevar a muchos a subestimar el peligro que representan.
Evita el error de tener uno como mascota
Mientras que algunos piensan que rescatar o tener un erizo moruno es una buena acción, la realidad es que al hacerlo estás contribuyendo a un desequilibrio ecológico. Eduardo Martín reitera: "No los toques, y si ves uno, llama al 112 o al centro de rescate de fauna silvestre más cercano. No son mascotas, son una amenaza para nuestro entorno y nuestra salud".