El café es una bebida emblemática en la cultura española, frecuentemente disfrutada durante el desayuno y las sobremesas. Desde su llegada hace más de 500 años desde América, se ha consolidado como un elemento esencial en la vida cotidiana de millones, con países como Colombia, Brasil y Perú destacando por la calidad de su producción.

Sin embargo, un nuevo estudio revela que el consumo de café en personas mayores de 60 años podría no ser tan beneficioso. Investigadores de Estados Unidos han descubierto que ingerir más de tres tazas al día puede estar relacionado con un deterioro cognitivo significativo. Este deterioro afecta áreas críticas del pensamiento, como el razonamiento abstracto y la inteligencia fluida, lo que puede impactar la calidad de vida de los mayores.

Los investigadores clasificaron el consumo de café en tres categorías: alto (más de 4 tazas), moderado (hasta 3 tazas) y nulo. Sorprendentemente, el consumo moderado se asocia con una disminución más lenta del deterioro cognitivo. Esto implica que, aunque el café puede tener efectos negativos en exceso, en cantidades controladas podría ofrecer una defensa contra las pérdidas cognitivas.

Los beneficios del café son muchos y variados. La cafeína, su principal componente activo, no solo estimula la mente y mejora la energía, sino que también está relacionada con la mejora de la memoria y concentración. Además, su efecto vasodilatador puede ayudar a aliviar dolores de cabeza, aunque es crucial mantener un consumo moderado para evitar efectos adversos como las migrañas.

Asimismo, el café puede incrementar el rendimiento físico y contribuir a la pérdida de peso, al activar la termogénesis, y también se ha mostrado prometedor en la protección contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y Parkinson.

Sin embargo, atención: su efecto también incluye la anulación de la adenosina, un neurotransmisor que induce el sueño, lo que sugiere que es mejor evitar el café en las horas previas a acostarse para asegurar un descanso reparador.

Finalmente, surge una pregunta que intrigará a muchos: ¿Es mejor el café instantáneo o el café filtrado? Cada método tiene sus pros y contras, y parece que el café filtrado suele contener menos compuestos que elevan el colesterol, lo que lo hace más recomendable para la salud. Sin embargo, lo fundamental es disfrutar de esta bebida con moderación y prestar atención a cómo afecta a nuestro cuerpo, especialmente en la tercera edad.