Hoy llega a las salas españolas "Anatema", la tercera entrega de la colección de terror The Fear Collection, sucediendo a "Veneciafrenia" y "Venus". Esta película marca el debut en la dirección de Jimina Sabadú, una joven cineasta que, con su inquietante narrativa, nos transporta a un oscuro capítulo de la historia de Madrid.

La película comienza con un escalofriante prólogo que relata lo sucedido a un grupo de niños durante su Primera Comunión en una de las iglesias más antiguas de la capital en los años setenta. Posteriormente, se presenta a la monja Juana Rabadán, quien, traumatizada por los eventos de su infancia, es enviada a investigar las catacumbas del siniestro lugar donde podrían hallarse las puertas del infierno.

El arzobispo, preocupado por las fuerzas oscuras que acechan, sospecha que en esos laberintos se encuentra el Sello de San Simeón, un artefacto protegido por el eremita hace siglos para contener un mal antiguo. Con la ayuda de un joven sacerdote llamado Ángel, la novicia Mara y el experimentado exorcista Cuiña, Juana se adentra en lo sobrenatural, enfrentándose a sus propios fantasmas del pasado.

"Anatema" ofrece momentos que evocan el estilo de las películas de serie B, destacando especialmente la actuación de Leonor Watling, que aporta una carga emocional notable al personaje de Juana. La atmósfera se enriquece con la revelación de los secretos de La casa del pecado mortal y la aparición de seres sobrenaturales que helan la sangre. Las inquietantes figuras vestidas rigurosamente de negro y blanco, junto con referencias inquietantes, como la esvástica nazi, añaden una dimensión perturbadora que atrapa al espectador. Además, se hace mención al concepto de bilocación, ampliando la complejidad de lo sobrenatural en la historia.

Sin embargo, a pesar de sus aciertos, hay aspectos que la película no logra superar del todo. Algunos diálogos parecen chirriar un poco, y el final puede llegar a sentirse empalagoso para algunos.

Lo mejor: La destacada actuación de Leonor Watling y el diseño aterrador de los seres sobrenaturales.

Lo peor: Diálogos que no convencen del todo y un final que puede resultar demasiado melodramático en comparación con el tono general de la película.

En resumen, aunque "Anatema" no es perfecta, es una adición interesante al género y una experiencia recomendable para los amantes del terror y los misterios ocultos en las catacumbas de Madrid.