Cuando el balón comienza a rodar en la Champions League, Cristiano Ronaldo se transforma. El prodigio de Madeira no solo enchufa goles; los clava como un verdadero martillo. Este fin de semana, frente a Al Rayyan, tuvo un inicio complicado, buscó el gol de cabeza y aunque le costó, lo logró con un exquisito remate de zurda que voló directo a la escuadra. Con este tanto, Al Nassr se afianzaba en el partido y ya contaba con una ventaja gracias a un cabezazo previo de Mané. Los rivales, guiados por Pioli, pronto se vieron acorralados, lamentando la llegada del tanto de Roger Guedes y una oportunidad clara para Pereira. ¡Primer martillazo de Cristiano y tres puntos en la competición asiática!

El equipo de Al Nassr salió al Al Awwal Park con la determinación de conquistar los tres puntos y, para celebrarlo, tuvieron que luchar contra viento y marea. Pioli alineó su mejor arsenal ofensivo, con nombres que asustan: Mané, Talisca, Angelo y, por supuesto, Cristiano Ronaldo al frente. Apenas transcurrieron cinco minutos cuando una jugada eléctrica casi culmina en gol: Talisca asistió a Cristiano, quien envió el balón a Otávio, y este a Angelo, con la pelota saliendo fuera por milímetros.

Cristiano mostró un enfoque mucho más intenso en este duelo en comparación con su actuación anterior ante Al Wehda, donde ya había brillado. En la primera parte, tuvo par de chances claras para marcar. Una fue detenida por Paulo Victor, mientras que otra fue un cabezazo que se fue desviado.

Mané, recordando sus días en el Liverpool, también comenzó a tomar protagonismo por el costado, aunque el Al Rayyan hizo lo suyo con un tímido intento por adelantarse, gracias a Roger Guedes. El susto llegó cuando Bento tuvo que emplearse a fondo para detener un disparo de Bencharki, lo que observamos como un anticipo del gol que, finalmente, llegó cuando Al Nassr comenzaba a dominar el juego. Fue un cabezazo preciso del africano tras un excelente centro de Al Ghannam, que postró a Al Nassr por delante en el marcador.

Sin embargo, Cristiano no rinde la cuchara fácilmente. Tras el descanso, el portugués estuvo muy cerca de marcar, pero fue anulado por fuera de juego: un detalle mínimo, menos de medio cuerpo, que resultó decisivo. No obstante, su entrega fue recompensada, y la entrada de Ghareeb y Wesley revitalizó la ofensiva de Pioli. Fue Ghareeb quien asistió a Cristiano para que, a poco más de quince minutos del final, sellara el 2-0 con un exquisito toque de zurda hacia la red.

Al Rayyan no se rindió tan fácilmente; intentaron llevar algo de emoción al final del encuentro. Roger Guedes logró capturar un pase de Bencharki y, a su vez, Gabriel Pereira tuvo la oportunidad de empatar en el tiempo de descuento, que se extendió a 12 minutos. Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado. Esta marca representa la primera victoria en Champions de Cristiano esta temporada, quien sigue demostrando que su martillo sigue golpeando fuerte con cada gol que anota.