El conflicto entre Israel y Hezbollah ha alcanzado un nuevo nivel de intensidad, con al menos 558 personas muertas en Líbano debido a los últimos ataques aéreos israelíes, según informó el ministro de Educación libanés. Entre las víctimas se encuentran varios profesores, incluidos Layali Ayyash, quien fue asesinada junto a su esposo y sus dos hijos.

El Dr. Abbas Al-Halabi, ministro de Educación, expresó su profunda tristeza y condolencias en un mensaje en redes sociales. La situación ha causado un gran impacto en la comunidad educativa libanesa.

Israel ha confirmado que durante un ataque aéreo en el barrio de Ghobeiry en el sur de Beirut, murió Ibrahim Qubaisi, un importante comandante de la unidad de misiles de Hezbollah. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) señalaron que Qubaisi estaba involucrado en la planificación y ejecución de ataques contra Israel, describiéndolo como un experto en armamento.

El reciente bombardeo el lunes fue el más mortífero en Líbano desde la guerra de 2006, dejando a más de 500 muertos y más de 1.800 heridos, exacerbando una crisis humanitaria que ya afecta a millones. Los civiles han comenzado a huir de sus hogares en busca de seguridad, lo que ha llevado a un aumento del número de personas desplazadas en el país, según Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados.

Matthew Saltmarsh, portavoz de Acnur, advirtió que la situación es "extremadamente alarmante" y que se espera un aumento en el número de desplazados. Más de 100,000 personas ya habían sido desplazadas de las regiones del sur de Líbano, que albergan a un significativo número de refugiados sirios. La mezcla de poblaciones vulnerables ha llevado a un "doble desplazamiento" en muchas comunidades.

Las imágenes de las carreteras muestran largas colas de tráfico mientras las familias intentan llegar a Beirut, enfrentándose a tiempos de viaje que se han extendido hasta 12 horas debido a los ataques. El caos también se refleja en las fronteras entre Líbano y Siria, donde muchos tratan de escapar de la región.

En respuesta a los ataques, Hezbollah lanzó alrededor de 100 proyectiles hacia Israel, enfocándose en las áreas del norte del país. A pesar de que la mayoría fueron interceptados, algunos causaron daños significativos en edificios.

La escalada del conflicto también ha llevado a advertencias de evacuación para residents de aldeas en el valle de Beqaa, donde el ejército israelí ha intensificado sus bombardeos.

A medida que la situación sigue deteriorándose, la comunidad internacional se encuentra en alerta, esperando respuestas y medidas efectivas para mitigar la creciente crisis humanitaria en Líbano. La paz en la región parece más lejana que nunca, y la incertidumbre prevalece mientras las bombas siguen cayendo.