El futuro de la nueva Comisión Europea pende de un hilo debido a las maniobras del Partido Popular español (PP) dirigidas contra la ministra Teresa Ribera, cuyo objetivo parece ser desviar la atención de su gestión durante la reciente DANA en Valencia. Los socialistas europeos acusan al PPE de quebrantar la mayoría proeuropea y de aliarse con partidos ultras en cuestiones que conciernen a Ribera y en votaciones clave. Esto ha puesto en jaque el acuerdo inicial que se había alcanzado para votar a los candidatos a las vicepresidencias comunitarias, discusión que se llevó a cabo este martes en Bruselas.

La tensión está en su máximo nivel. Este miércoles, los líderes de los tres grupos proeuropeos en el Parlamento Europeo—PPE, socialdemócratas (S&D) y los liberales de Renew—se reunieron junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en busca de una solución a la crisis en torno a Ribera y los seis candidatos que aún necesitan el visto bueno de las comisiones parlamentarias. Sin embargo, la reunión finalizó sin llegar a un consenso, lo que agrava la incertidumbre política.

Aunque el diálogo permanece abierto, no ha habido ningún avance significativo. Originalmente, el acuerdo entre PPE, S&D y Renew—que junto a Los Verdes sostienen la mayoría que permitió la reelección de Von der Leyen en julio—preveía votar este miércoles de manera unitaria a los candidatos pendientes. Las posibilidades de resolver la situación antes de la próxima semana, como deseaba el PPE, son escasas. Además, el PP ha solicitado que Ribera comparezca primero en el Congreso para explicar su gestión en referencia a la DANA, lo cual está programado para el miércoles 20 a solicitud de la propia ministra.

La atención se centra en Teresa Ribera, un personaje clave para los socialdemócratas en la Eurocámara, ya que el PP intenta sembrar dudas sobre su capacidad como futura comisaria. En respuesta, los socialdemócratas presionan para que en las negociaciones se minimice la influencia del candidato italiano Raffaele Fitto, propuesto por la ultraderechista Giorgia Meloni, así como del húngaro Olivér Varhelyi, quien también es comisario de Salud y Bienestar Animal.

"El PPE debe explicar a los ciudadanos de Europa por qué están rompiendo la histórica mayoría proeuropea y si están dispuestos a alinearse con los populistas de extrema derecha", señalaron los eurodiputados del grupo S&D en un comunicado. En un contexto donde el futuro de Europa está en juego, estos políticos insisten en que el PPE tiene la obligación de clarificar su posición.

La líder de Renew en la Eurocámara, Valérie Hayer, advirtió de que las negociaciones podría desmoronarse. Llamó a todas las fuerzas políticas a actuar de manera responsable para encontrar una solución confiable. Von der Leyen, que propuso a Ribera como su número dos en la nueva Comisión, está dedicando esfuerzos para asegurar la formación del nuevo Ejecutivo sin retrasos significativos.

Los populares españoles, respaldados por su grupo europeo, están llevando a cabo una estrategia total contra Ribera, buscando desacreditarla y afectar así al Gobierno central. A pesar de esto, Von der Leyen mantiene su confianza en Ribera, enfatizando que el Parlamento Europeo sigue su curso de audiencias y que ella sigue siendo la candidata designada.

Dicha tensión, acentuada por la actual cercanía de elecciones anticipadas en Alemania y la guerra en Ucrania, sugiere un escenario complicado para Europa. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿se logrará evitar un colapso total en la Comisión o será este el inicio de una nueva era de inestabilidad política en el continente? Con un panorama tan volátil como el actual, la presión para encontrar soluciones rápidas es más urgente que nunca.