La COP29: ¿Se avecina una crisis climática sin precedentes? Financiación urgente en el horizonte
2024-11-13
Autor: José
Los casi 200 países reunidos en la COP29 se han sumergido en intensas negociaciones sobre cómo financiar los esfuerzos para combatir el cambio climático, un asunto que el líder interino de Bangladés, Muhammad Yunus, ha descrito como «humillante».
A medida que las discusiones avanzan, un nuevo y alarmante informe de climatólogos advierte sobre el acelerado calentamiento del planeta y el alarmante aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto subraya la urgencia de alcanzar un acuerdo en Bakú, donde la meta principal es establecer un nuevo marco financiero que aumente significativamente los recursos disponibles para enfrentar este fenómeno en los próximos años.
El borrador presentado a las partes negociadoras abarca 34 páginas, mucho más extenso que la versión anterior que había dejado insatisfechos a muchos. Ahora, las exigencias de los países más vulnerables han escalado hacia la ambiciosa cifra de un billón de dólares anuales, superando los actuales 100.000 millones de dólares anuales que provienen de países industrializados.
Se han planteado diversas opciones, pero todas parten del objetivo de un financiamiento que, como mínimo, ascienda a un billón de dólares por año. Sin embargo, las definiciones alrededor de este objetivo son muy variadas. En este contexto, la coalición AILAC, que agrupa a varios países latinoamericanos, ha presentado propuestas para establecer partidas de ayuda específicas para su región.
El cierre de la COP29 está programado para el 22 de noviembre. El texto final debe incluir un objetivo claro de financiamiento que sea mayormente público, además de compromisos firmes de transparencia y metas diferenciadas para la mitigación, la adaptación y la compensación por daños y pérdidas, según Fernanda Carvalho, experta del WWF.
La presión está creciendo, y David Waskow del WRI ha señalado que «los ministros tendrán que luchar la próxima semana». La indignación no se limita a los recursos, ya que el primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, ha comentado que “no estamos aquí para mendigar”.
Las alertas científicas no cesan. El Global Carbon Project ha publicado su estudio más reciente sobre las emisiones de CO₂, revelando que para este año se espera un nuevo récord en las emisiones provenientes de combustibles fósiles. De acuerdo con más de 120 científicos involucrados en el estudio, el mundo debe aspirar a alcanzar cero emisiones netas de CO₂ para finales de la década de 2030, una meta mucho más ambiciosa que el objetivo de 2050 establecido por muchos países desarrollados.
El profesor Pierre Friedlingstein, de la Universidad de Exeter, declaró que no hay señales que indiquen que el uso de combustibles fósiles haya alcanzado su punto máximo, a pesar de que la posibilidad de un pico está «frustrantemente cerca». Durante la apertura de la cumbre, el presidente azerbaiyano, Ilham Aliev, expresó una visión controversial al calificar el petróleo y el gas como “un regalo de Dios”, comentario que recibió críticas por minimizar la gravedad de la crisis climática.
En este contexto, Brasil, que será el anfitrión de la COP30 en 2024, ha anunciado nuevos compromisos para reducir sus emisiones de CO₂ entre un 59% y un 67% para 2035, en comparación con los niveles de 2005. A pesar de estos pasos, el tono general en la COP29 es más cauteloso que en conferencias anteriores, especialmente tras la reciente victoria de Donald Trump en Estados Unidos.
Finalmente, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha manifestado la necesidad de una visión “realista” y ha indicado que no hay una única alternativa a las energías fósiles, añadiendo un nivel de escepticismo sobre políticas demasiado ideológicas. En contraste, Estados Unidos ha anunciado planes para triplicar su capacidad nuclear de aquí a 2050, mostrando un movimiento hacia la transición energética, aunque no todos los países comparten esta misma dirección.