Mohamed A Issa, un reconocido cantante saharaui, se encuentra atrapado desde hace diez días en la sala de asilo del aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Nacido en El Aaiún hace 32 años, A Issa llegó a España el 13 de septiembre, huyendo de una situación crítica en su país natal, Marruecos. Su abogada, Fatma Fadel, revela que A Issa es un activista cuya música denuncia la opresión que su pueblo sufre en manos del régimen marroquí. A pesar de que su letrada presentó un dossier que evidencia su condición de refugiado y la persecución que enfrenta, las autoridades españolas han demorado su procedimiento de asilo.

La situación de A Issa no es un caso aislado. Muchos saharauis que se atreven a hablar en contra del régimen marroquí se arriesgan a ser detenidos y encarcelados. Su historia ha desatado un clamor en redes sociales, donde activistas y ciudadanos piden al Gobierno español que tome medidas urgentes para protegerlo. La presión aumenta, con manifestaciones en varias ciudades exigiendo justicia y derechos para el pueblo saharaui.

Este conflicto no solo involucra a A Issa, sino que también ha puesto en el centro del debate las relaciones de España con Marruecos, un socio estratégico, pero que enfrenta duras críticas por su trato a los derechos humanos. La incertidumbre política y social crece, mientras los refugiados saharauis ven en riesgo sus vidas si se ven obligados a regresar. ¿Responderá el Gobierno español a este clamor? La comunidad internacional observa atentamente.