La situación en Catarroja, un municipio de l'Horta Sud con más de 30,000 habitantes, es crítica tras el desbordamiento del barranco del Poyo sobre las 8 de la noche. La población se encuentra sin electricidad y experimenta problemas de cobertura telefónica, lo que ha llevado a situaciones alarmantes, como robos en comercios durante la noche en las avenidas principales. Los ciudadanos han recurrido a plataformas como X (anteriormente Twitter) para compartir imágenes de las vías inundadas y buscar información sobre sus seres queridos que estaban en la calle al momento de la riada.

Algunas localidades cercanas, como Mislata, han habilitado refugios para quienes no pueden regresar a sus hogares. David Sánchez, residente de La Torre, una de las áreas más afectadas, compartió su angustiante experiencia: “A las 19:30 hablé con mi familia y les advertí que no salieran de casa. El agua entró hasta cuatro metros de altura en nuestro hogar”. Su relato resalta la urgencia y el miedo que se vivió esa noche.

El impacto del desastre natural no se limita a Catarroja. La circulación de trenes de alta velocidad entre Madrid y Valencia ha sido suspendida debido al devastador temporal que ha afectado a la Comunidad Valenciana. Adif sigue evaluando y trabajando en la infraestructura ferroviaria, aunque la normalización aún es incierta.

El Gobierno ha respondido a la emergencia movilizando a más de 1,000 efectivos militares junto con helicópteros para tratar los daños causados por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). La ministra de Defensa, Margarita Robles, subrayó la gravedad de la situación, mencionando la movilización de recursos y personal, incluidos psicólogos para ayudar a las víctimas.

Con más de 50 fallecidos, los reyes de España han expresado su profundo pesar a través de un mensaje en redes sociales, anunciando su apoyo a los afectados y reconociendo los esfuerzos de los servicios de emergencia. Asimismo, diversas comunidades autónomas, como Castilla y León, han ofrecido su ayuda a las regiones impactadas, reflejando un sentido de unidad y solidaridad en medio de esta tragedia.

Los centros de salud en varios municipios valencianos también han suspendido su actividad debido al temporal, y hay reportes de complicaciones en el suministro de servicios básicos. Las autoridades continúan trabajando para restablecer el orden y la asistencia de emergencia pero enfrentan serias dificultades en el acceso a las áreas más afectadas.

La situación sigue evolucionando y las autoridades han instado a los ciudadanos a permanecer en casa y no arriesgarse a salir, manteniendo así la esperanza de que la normalidad regrese pronto en esta comunidad devastada.