En Ámsterdam, el alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, ha expresado su condena ante los ataques antisemitas perpetrados contra hinchas israelíes del Maccabi Tel Aviv. Borrell afirmó que cualquier tipo de odio y violencia es completamente inaceptable en sociedades europeas y que eventos como el sucedido en la capital holandesa colocan en peligro los valores fundamentales de la convivencia.

La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, ha calificado los recientes incidentes como "una noche negra" y ha prohibido las manifestaciones en la ciudad, señalando que la violencia desatada recuerda a los pogromos históricos. La policía ha detenido a 62 personas en conexión a estos ataques, de los cuales dos son menores de edad. Halsema se ha mostrado compasiva ante el impacto de la violencia en la cultura judía local, subrayando que se trata de un momento de vergüenza para la ciudad.

Mientras tanto, lo que ocurre en Gaza sigue siendo motivo de profunda preocupación. La ONU ha documentado al menos 24 ataques israelíes en los que se ha utilizado fósforo blanco, un arma incendiaria que causa graves heridas y sufrimiento. Según el informe, se han registrado incidentes en diversas localidades de la Franja, incluyendo la capital y campos de refugiados.

En la noche del servicio a la comunidad, múltiples informes indican que al menos 20 personas han muerto en Gaza debido a los ataques aéreos israelíes, con la mayoría de las víctimas siendo mujeres y niños. La ONU estima que cerca del 70% de los muertos en Gaza son menores de edad, lo que plantea serias preocupaciones sobre el impacto del conflicto en la población civil y su futuro.

Mientras las tensiones continúan, el primer ministro de los Países Bajos ha solicitado a su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, que se aseguren de que los responsables de los ataques antisemitas sean llevados ante la justicia. Netanyahu, en respuesta, ha enviado dos aviones para repatriar a los hebreos heridos durante los disturbios.

La situación se complica aún más, ya que la comunidad internacional comienza a manifestar su preocupación sobre el uso de tácticas desproporcionadas en el conflicto. Organizaciones de derechos humanos han instado a una investigación por posibles crímenes de guerra y genocidio, enfatizando que el uso de fósforo blanco y otras prácticas durante el conflicto no pueden ser justificados en ninguna circunstancia.

A medida que la violencia persiste, la ONU y otras organizaciones humanitarias advierten que la crisis humanitaria en Gaza se agrava, con escasez de alimentos, agua y electricidad. Un llamado urgente a la comunidad internacional está siendo realizado para que se ofrezca ayuda humanitaria significativa a los millones de personas vulnerables afectadas por este incesante conflicto.