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Conflicto en Oriente Próximo: Israel bombardea sede de Hezbolá en Beirut y advierte sobre Irán

2024-09-27

El ejército israelí ha llevado a cabo varios ataques aéreos en las afueras de Beirut, la capital libanesa, dirigidos contra lo que han denominado "la sede principal" de Hezbolá, la cual, según fuentes, estaba ubicada debajo de edificios residenciales. Estos ataques han desatado una serie de explosiones fuertes, generando una gran columna de humo en el sur de la ciudad, zona que ha sido testigo de intensos bombardeos en los últimos días. Hezbolá, a través de su medio aliado Al-Manar, ha presentado imágenes que muestran un vasto cráter y la destrucción de al menos cuatro edificios.

En medio de esta escalofriante escalada, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha lanzado duras acusaciones contra Irán, llamándolo el "motor del terrorismo en la región". Durante su discurso en la Asamblea General de la ONU, Netanyahu declaró: "Si nos atacan, les atacaremos". Insistió en que Irán no tiene refugio seguro en el Oriente Próximo, amenazando con extender el alcance militar de Israel a toda la región.

Netanyahu también reafirmó la decisión de Israel de continuar su campaña militar hasta desmantelar la capacidad de Hezbolá de amenazar a sus ciudadanos. Resaltó que su país no se detendrá hasta que los aproximadamente 60,000 israelíes desplazados del norte puedan regresar a casa. La población civil está sufriendo las consecuencias con alarmantes reportes de muertes y heridas en ambos lados de la frontera.

Se estima que la guerra ha causado un incremento alarmante de desplazados en la región. La ONG Save the Children ha informado que cerca de 140,000 niños han sido desplazados en Líbano debido a la violencia, con numerosas escuelas cerradas, afectando a más de 1.5 millones de niños en el país. Testimonios de aquellos que han encontrado refugio, revelan profundas cicatrices psicológicas que marcarán a generaciones.

En paralelo, los rebeldes hutíes de Yemen han anunciado su intención de continuar atacando a Israel, reivindicando el lanzamiento de misiles balísticos hacia Tel Aviv. A pesar de que el sistema de defensa israelí logró interceptar la mayoría de estos misiles, la amenaza de estos grupos aliados a Hezbolá se hace cada vez más presente.

La situación se ve colorida por el contexto internacional, donde actores como Estados Unidos y Francia han propuesto un alto el fuego, aunque Netanyahu ha mostrado reticencia, argumentando que su país no puede permitirse un respiro ante el terrorismo.

Al consternante panorama se agrega la creciente presión sobre la ONU y organismos internacionales ante la crisis humanitaria y los reportes de ataques indiscriminados que han dejado a millones de personas atrapadas en medio del fuego cruzado, mostrando que la paz en Oriente Próximo sigue siendo un objetivo elusivo.

A medida que la violencia se intensifica, el llamado de la comunidad internacional para una resolución pacífica parece cada vez más urgente, pero también más desafiante. El conflicto no solo afecta a los involucrados directamente, sino que tiene repercusiones en la estabilidad global, reflejando un ciclo de violencia que, si no se detiene, podría propagar la inestabilidad aún más allá de la región.