En un desarrollo crucial, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris, mantuvieron una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, este miércoles. Esta plática coincide con la creciente tensión en la región debido a las represalias planeadas por Israel tras un reciente ataque con misiles lanzado por Irán. Según fuentes de la Casa Blanca, la llamada se centró en cómo Israel debería responder a estas amenazas.

La conversación entre Biden y Netanyahu es la primera en siete semanas, lo que subraya la delicada situación actual. Los funcionarios estadounidenses han expresado su preocupación por el aumento de la violencia y la inestabilidad que ha resultado de este conflicto, especialmente en el contexto de las operaciones militares israelíes en Gaza y Cisjordania, donde han surgido informaciones sobre el uso de tácticas militares intensificadas.

En otro incidente violento, un operativo de las fuerzas especiales israelíes llevó a cabo un ataque en Nablus, Cisjordania, que resultó en la muerte de cuatro palestinos. Este hecho ha generado condenas y ha aumentado las tensiones, dado el uso de técnicas de encubierto por parte de los soldados israelíes, un método que ha sido utilizado con frecuencia durante este conflicto.

El conflicto se ha extendido a Gaza, donde al menos 15 palestinos perdieron la vida como resultado de un bombardeo israelí en un campamento de refugiados. Medios locales convocan a la comunidad internacional a observar esta escalda de violencia, que ha dejado a miles de personas atrapadas en condiciones devastadoras, con hospitalizados tratando de recibir atención médica en instalaciones sobrecargadas.

Cisjordania ha sido otro foco de enfrentamientos, donde el Ejército israelí ha comenzado a desplegar fuerzas blindadas alrededor de asentamientos, algo que no ocurría desde la Segunda Intifada. Los informes recientes sugieren que en el último año alrededor de 720 palestinos han sido asesinados, lo que plantea serias preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en la región.

Mientras tanto, la ONU ha alertado que las recientes órdenes de evacuación emitidas por Israel ponen en peligro a 400,000 personas que se encuentran atrapadas en el norte de Gaza, en una situación humanitaria que muchos consideran insostenible. Según un balance del Ministerio de Sanidad de Gaza, la cifra de muertos por la ofensiva israelí ha alcanzado más de 42,000 desde el inicio de las hostilidades.

En un giro inesperado, un grupo de 130 soldados israelíes ha expresado su negativa a continuar combatiendo en Gaza a menos que se resuelva la situación de los rehenes, lo que resalta las divisiones internas acerca de la guerra. El llamado de estos soldados a reconsiderar la estrategia militar parece estar ganando apoyo entre ciertos sectores de la población israelí, que empieza a cuestionar la viabilidad de la actual ofensiva militar.

Este miércoles también se registraron ataques en Hadera, Israel, donde al menos seis personas resultaron heridas en un aparente ataque terrorista, lo que añade otra capa de tensión a la situación delicada entre israelíes y palestinos. La situación sigue evolucionando, con la comunidad internacional atenta a los próximos movimientos de las autoridades israelíes e iraníes en este conflicto en constante desarrollo.