Israel ha informado de "avances" en las negociaciones de paz con relación al conflicto en Líbano, pero la milicia chií Hezbolá contrarresta estas afirmaciones al declarar que no ha recibido ninguna nueva propuesta de tregua.

Gideon Saar, ministro de Exteriores de Israel, aseguró que los esfuerzos diplomáticos están teniendo avances, aunque subrayó que el mayor desafío será la implementación de lo que se acuerde. Sin embargo, Mohammad Afif, portavoz de Hezbolá, contestó que "hasta ahora, no ha llegado nada oficial ni a Líbano ni a nosotros". También aseveró que aún están en la etapa inicial de discusiones y que no hay propuestas concretas sobre la mesa.

Entretanto, la situación humanitaria en Gaza se agrava, ya que las fuerzas israelíes han ampliado la zona humanitaria de Mawasi en medio del asedio militar al norte, mientras sus tropas continúan con la ofensiva que comenzó hace más de un mes. La nueva zona incluye hospitales de campaña y suministros médicos, pero la población sigue enfrentándose a condiciones desesperadas con el 90% de los gazatíes reportándose como desplazados.

En una cumbre de más de 50 líderes árabes e islámicos en Riad, se está discutiendo cómo presionar para detener los ataques de Israel en Gaza y Líbano, los cuales han causado más de 46,000 muertes en menos de un año. El foco está en la financiación de la ayuda humanitaria, así como en el despliegue de tropas libanesas en la frontera con Israel para cumplir con la resolución 1701 de la ONU que, entre otras cosas, propone el desarme de Hezbolá.

Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha solicitado un nuevo retraso para su juicio por corrupción, alegando "incidentes de seguridad" a raíz de la creciente violencia en la región. Los abogados de Netanyahu han argumentado que los recientes conflictos han dificultado su preparación para el testimonio, que ahora se ha pospuesto nuevamente.

En un giro inesperado, ataques aéreos recientes desde Yemen y la presencia de drones en el este han recordado a Israel que tiene otros frentes abiertos además de Gaza y Líbano. Este ambiente de inestabilidad continúa afectando a la región en su conjunto, lo que plantea la pregunta: ¿será posible alcanzar una paz duradera o es todo un juego de palabras? La comunidad internacional observa atentamente mientras las negociaciones se estancan y la violencia se intensifica.