Los últimos informes de las autoridades gazatíes han elevado el número de muertos en la Franja de Gaza a casi 44,000 desde el inicio de la ofensiva israelí el 7 de octubre de 2023.

Hasta la fecha, se ha confirmado que 43,799 personas han perdido la vida en Gaza, mientras que alrededor de 103,601 han resultado heridas según datos proporcionados por el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás. En medio de este caos, el Ejército israelí ha interceptado múltiples drones lanzados desde Líbano, lo que refleja el aumento en las tensiones regionales.

El Ejército de Israel informó que ayer interceptó cuatro drones en la región norte, cerca de Nahariya. Uno de los drones se estrelló contra un edificio desocupado sin causar heridos. Sin embargo, los ataques desde el Líbano se han intensificado en las últimas semanas, con aproximadamente 20 proyectiles detectados disparados hacia el norte de Israel este sábado.

Desde el estallido de las hostilidades entre Israel y Líbano el 8 de octubre de 2023, se ha confirmado la muerte de al menos 3,445 personas del lado libanés, mientras que Israel ha reportado 76 muertes atribuibles a ataques provenientes de Líbano, con una cifra alarmante de 45 civiles entre ellos. La escalofriante realidad de los enfrentamientos ha llevado a más de 1.2 millones de personas a abandonar sus hogares en Líbano, lo que genera una crisis humanitaria de proporciones épicas.

Este aumento en la violencia coincide con la intensificación de las ofensivas israelíes en los suburbios meridionales de Beirut, especialmente en el área de Dahiyeh, considerada como bastión de Hezbolá. Los ataques aéreos se han vuelto más frecuentes y agresivos, desafiando los esfuerzos diplomáticos por lograr un alto al fuego. El primer ministro interino libanés, Najib Mikati, ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que intervenga y frene la agresión israelí.

Mientras tanto, se siguen llevando a cabo conversaciones diplomáticas entre distintos actores regionales, incluida una reciente reunión entre un asesor del líder supremo iraní, Alí Jameneí, y el primer ministro Mikati. Teherán ha expresado su respaldo a las decisiones libanesas en los esfuerzos de alcanzar un alto el fuego con Israel.

Ante el colapso inminente del sistema de salud en Gaza, las autoridades palestinas han denunciado la falta de acceso a alimentos y servicios médicos, con más de 10,000 cuerpos aún bajo los escombros y sin posibilidades de ser recuperados debido a los continuos bombardeos. Organizaciones humanitarias, como Médicos Sin Fronteras, han hecho un llamado a Israel para que detenga los desplazamientos forzosos y facilite la ayuda humanitaria en la región norte de Gaza.

En un conflicto donde la escalada de violencia parece no tener fin, voces como la del portavoz de Unicef han señalado paralelismos aterradores entre las guerras de Gaza y Líbano, advirtiendo sobre la grave afectación de los derechos de los menores en ambas regiones. Mientras más de 400,000 niños en Líbano enfrentan el desamparo y la violencia, la comunidad internacional observa con creciente inquietud la evolución de la crisis humanitaria.

Últimamente, los medios han reportado la muerte de al menos 59 libaneses en las últimas 24 horas debido a los ataques israelíes, lo que lleva la cifra total de muertes a un lamentable 3,386 desde el inicio de los recientes combates. La decisión de Israel de aumentar el bombardeo en un momento tan crítico parece responder a la necesidad de hacer frente a la infraestructura militar de Hezbolá, pero esto ha resultado en un doloroso costo humano que no puede ser ignorado.