Mundo

¡Confesiones de Putin! El enigma de Kursk: ¿Cuando logrará Rusia expulsar a Ucrania?

2024-12-19

Autor: Marta

En una sorprendente revelación durante su rueda de prensa anual, el presidente ruso, Vladimir Putin, admitió que no tiene claridad sobre cuándo su ejército podrá recuperar el control total de la región de Kursk, que actualmente enfrenta incursiones ucranianas desde agosto.

A pesar de su habitual retórica de confianza, Putin declaró: "Los echaremos absolutamente. Absolutamente. No puede ser de otra manera. Pero, respecto a una fecha precisa, lo siento, no puedo decirlo ahora". Esta afirmación dejó a muchos en el análisis de las capacidades estratégicas de las fuerzas rusas, que según el mismo Putin, están en medio de intensos combates en la región.

La situación en el frente ha generado preocupaciones tanto dentro como fuera de Rusia. Algunos analistas creen que la falta de una estrategia clara podría estar señalando problemas internos, mientras que otros piensan que las fuerzas rusas podrían estar enfrentándose a una resistencia ucraniana más fuerte de lo esperado.

Durante su intervención, el líder del Kremlin presumió de que las tropas rusas están ganando "kilómetros cuadrados" diariamente y que continúan avanzando hacia sus objetivos militares. Sin embargo, también señaló que es complicado hacer previsiones en medio de la complejidad del conflicto.

Putin también aprovechó la oportunidad para hablar sobre las relaciones internacionales, manifestando su disposición a dialogar con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Trump, quien plantea un enfoque diferente hacia el conflicto en Ucrania, ha suscitado temores en Kiev sobre posibles negociaciones que podrían favorecer a Moscú.

Las dificultades económicas en Rusia también fueron abordadas. Putin trató de calmar las preocupaciones sobre la inflación y la escasez de mano de obra, asegurando que la economía es 'estable', pero reconoció los desafíos impuestos por las sanciones occidentales y el aumento del gasto militar.

En un tono amenazante, Putin sugirió un "duelo de alta tecnología" que involucraría un ataque simulado sobre Kiev con un nuevo misil hipersónico, lo que refleja la creciente tensión entre Rusia y Occidente.

Por si esto fuera poco, el presidente ruso calificó el asesinato de un alto general del ejército a manos de un ataque en Moscú como un acto de "terrorismo", subrayando la escalofriante realidad del conflicto y la vulnerabilidad de su propio aparato militar.

Finalmente, Putin se pronunció sobre el derrocamiento de Bashar al-Assad, afirmando que el objetivo de Rusia en Siria nunca fue una derrota, sino la neutralización de amenazas terroristas en la región.

Estas declaraciones, en un contexto global de tensiones geopolíticas, ponen de relieve un momento crucial en la narrativa de Putin, donde la incertidumbre en Kursk puede ser solo la punta del iceberg de una serie de problemas que enfrentará Rusia en el futuro cercano.