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Cónclave: La elección del Papa como una fascinante y delirante metáfora de nuestra realidad

2024-09-21

Autor: Laura

La historia de un cónclave de cardenales, tal como fue imaginada por Jean Ferry, refleja la complejidad y los secretos de una sociedad oculta. Imagina un grupo de hombres y mujeres que forman parte de una comunidad tan cerrada que sus propios miembros pueden ignorar su existencia. E incluso aquellos que ostentan los más altos cargos están atrapados en una estrategia de opacidad donde su importancia es minimalista. ¿Pero cuál es el verdadero propósito de esta hermandad secreta? La idea misma de hacer público dicho propósito pondría en jaque los principios casi sagrados que rigen su existencia.

El Vaticano comparte un destino similar. Aunque la Iglesia Católica no es una sociedad secreta en sí misma, su cultura, llena de rituales y tradiciones, se alimenta de un halo de misterio. Edward Berger, el director detrás de la adaptación cinematográfica de 'Cónclave', se dio cuenta de esto al leer el influyente libro de Robert Harris, que ha inspirado un relato intrigante tras el éxito global de 'Sin novedad en el frente' (2022).

La esencia de 'Cónclave' es, sin duda, el secreto. Un grupo de cardenales se encierra en la magnífica Capilla Sixtina para decidir quién será el próximo Papa. Uno de ellos, interpretado por Ralph Fiennes, es designado por el pontífice moribundo como mediador en la lucha por la sucesión, una lucha que se desarrolla a través de maniobras encubiertas. En un escenario cargado de intensidad, 120 hombres y mujeres, que aparentan ser piadosos, debaten sobre el futuro de la Iglesia. Entre ellos se encuentran figuras como el progresista (Stanley Tucci), que busca transformar la Iglesia en un refugio de diálogo cultural; el conservador (Sergio Castellitto), que desea preservar el latín como una barrera contra el Islam; el intrigante (John Lithgow), que busca el poder por encima de todo; y un defensor de los pobres (Lucian Msamati), así como una monja (Isabella Rossellini). Aunque hay más personajes, muchos eligen permanecer en silencio, otro tipo de secreto que se respira en el aire.

A medida que avanza la trama, la película se transforma en un thriller cautivador que parece imposible de resistir. Berger entrelaza astutamente las metáforas sobre las guerras ideológicas y culturales que, al igual que en el cónclave, tienen ecos en el mundo exterior. Estas luchas internas se despliegan con la misma elegancia con la que los cardenales caminan por los pasillos interminables de la Capilla, rodeados de sus frescos, que se convierten en un espejo de la tormenta emocional que enfrentan. La tensión entre lo que se dice y lo que se oculta crea un clima de enigma y suspenso que atrapa al espectador. En medio del misterio, la historia se convierte en un reflejo de nuestras propias luchas internas y el secreto que todos llevamos dentro. ¡No te pierdas esta experiencia cinematográfica que te dejará pensativo mucho después de que las luces se enciendan!