Este martes, seis ministros se reunirán para la comisión interministerial de inmigración, con la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, presente. En la agenda, se abordará la situación migratoria actual, aunque el foco estará especialmente en las Islas Canarias. La reunión tiene como finalidad impulsar la solidaridad en la acogida de menores migrantes en todo el país y discutir el polémico protocolo del Gobierno de Canarias que impone condiciones para la recepción de estos jóvenes por parte de la Policía Nacional. Además, el Consejo de Ministros tiene la intención de llevar un conflicto de competencias al Tribunal Constitucional.

El presidente canario, Fernando Clavijo, no asistirá a esta reunión, pero podrá unirse a los ministros al finalizar. La ausencia de Clavijo ha intensificado las tensiones entre los gobiernos central y autonómico, especialmente tras el fracaso de una reforma de la ley de extranjería que intentaba resolver la crisis de acogida de menores en Canarias.

La semana pasada, Clavijo envió una carta al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, pidiendo la celebración de una interministerial en la que pudiera participar. La normativa de estas reuniones permite convocar a representantes de otras administraciones, pero la cita ya estaba organizada, por lo que Torres sugirió a Clavijo esperar a una nueva reunión para buscar soluciones.

Clavijo se mostró descontento por no ser incluido en la reunión. En una rueda de prensa, afirmó que era inaceptable que el Gobierno central tomara decisiones sobre el protocolo de menores sin su participación y cuestionó la falta de urgencia para encontrar soluciones a la crisis. Comparó al gobierno de España con “un matón de colegio”, afirmando que les imponen decisiones en lugar de colaborar.

Las tensiones son palpables, y el equipo de Clavijo reclama más diálogo con Madrid, argumentando que no hay voluntad de abrir canales de comunicación. Desde el Ministerio de Política Territorial se intentó calmar las aguas, afirmando la disposición de mantener un diálogo constructivo para solucionar la crisis.

Aparte de la situación con el protocolo, un importante factor en la tensión entre gobiernos es el colapso del sistema de acogida. En julio, el Partido Popular, con el apoyo de Junts y Vox, bloqueó en el Congreso la reforma legal que buscaba redistribuir a los menores migrantes entre diversas comunidades autónomas. Tras este fracaso, Clavijo se alió con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, indicando un cambio de postura que disminuye las particularidades que se le habían otorgado a Canarias y condiciona la redistribución de menores a nuevas exigencias.

La situación en Canarias es cada vez más crítica, y los niños y niñas migrantes siguen en riesgo. La indignación de Clavijo puede ser solo la punta del iceberg en un conflicto que afecta a muchas vidas. ¡El futuro de estos chicos está en juego! ¿Logrará el Gobierno canario forjar un cambio en la política de acogida? ¡Estaremos atentos a los próximos movimientos!