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¡China reacciona y castiga al brandy europeo tras los aranceles de la UE al coche eléctrico!

2024-10-08

Autor: Ana

La tensión entre Europa y China ha alcanzado un nuevo nivel. Después de que la Unión Europea decidiera imponer aranceles que pueden llegar hasta el 36% a los coches eléctricos fabricados en suelo chino, Pekín ha tomado una represalia inmediata: gravará la importación del brandy europeo. Esta es la primera acción del gobierno chino tras la aprobación el pasado viernes por parte de los 27 estados miembros de la UE de estas nuevas tarifas, motivadas por una investigación que concluyó que los subsidios estatales estaban provocando una sobreproducción que perjudica el competitivo mercado europeo.

Cabe recordar que el conflicto comercial entre ambas potencias no es nuevo. Durante el verano, se mantuvieron en suspenso las medidas antidumping contra licores europeos, tras abrir China una indagación sobre la importación de estos productos, así como sobre productos lácteos y cárnicos, estos últimos especialmente impactantes para España, uno de los mayores exportadores de carne porcina a China.

A partir del 11 de octubre, los importadores de brandy deberán depositar sumas de seguridad en las aduanas chinas. Las marcas afectadas recibirán aranceles que oscilan entre el 30,6% al 39%, siendo el 34,8% el impuesto específico que se aplicará a reconocidas marcas españolas como Bodegas Osborne y Miguel Torres.

Pero eso no es todo. Pekín también está evaluando la posibilidad de imponer aranceles a vehículos de gran cilindrada provenientes de Europa, lo que intensificaría aún más las fricciones comerciales. El Ministerio de Comercio ha señalado que esta estrategia busca proteger los intereses legítimos de las industrias chinas, en medio de investigaciones que abarcan distintos sectores, incluidos lácteos y carne de cerdo.

En respuesta a estas medidas, la Comisión Europea ha manifestado su intención de llevar ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) las acciones del gobierno chino, denunciando las sanciones como injustificadas y contrarias al libre comercio. El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, defendió la decisión de la UE como una acción proporcionada y criticó las represalias chinas.

La Unión Europea se encuentra dividida: diez países apoyaron los nuevos aranceles, cinco se opusieron y la mayoría, doce, se abstuvieron, lo que evidencia una falta de consenso en el bloque. La abstención de España refleja su deseo de evitar una guerra comercial, y su ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha instado a continuar las negociaciones. Esto pone de manifiesto un panorama incierto en las relaciones comerciales entre ambas potencias y la búsqueda constante de un acuerdo que pueda aliviar las tensiones.

Este conflicto podría tener repercusiones significativas no solo en la industria del automóvil, sino también en el comercio de alimentos y bebidas entre Europa y China, lo que podría afectar a miles de empleos y negocios en ambos lados del continente. La pregunta ahora es: ¿cómo responderá Europa ante esta escalada en las tensiones comerciales? La historia apenas comienza a escribirse.