Finanzas

Cepsa se reinventa: de histórico gigante energético a Moeve, la nueva cara de la sostenibilidad

2024-10-31

Autor: Ana

En septiembre de 1929, España dio la bienvenida a su primera petrolera privada, Cepsa, en un contexto donde el Estado dominaba el sector energético. Ahora, 95 años después, la compañía dice adiós a su nombre emblemático para renacer como Moeve, en un intento audaz por mejorar su imagen y alinearse con las nuevas expectativas ambientales de los consumidores.

Este cambio de nombre es solo el principio de una transformación que busca distanciar a la empresa del estigma asociado con los combustibles fósiles. A través de un comunicado y un video emotivo, Moeve ha anunciado su ambicioso plan de rebranding, que comenzará en noviembre y se espera que renueve más de 1.800 estaciones de servicio en España y Portugal a un ritmo de 600 gasolineras al año.

El nuevo enfoque de Moeve se refleja en su renovada estética, con un cambio de colores del rojo característico al azul y verde, que simbolizan la movilidad y la sostenibilidad. Fernando de Córdoba, experto en estrategia de marca, destaca que el uso del azul está más ligado a una imagen positiva y proactiva, evitando así ser percibido como una simple estrategia de greenwashing.

Además, la compañía ha sido clara sobre su compromiso con la inversión sostenible: han destinado hasta 8,000 millones de euros, donde más del 60% estará enfocado en desarrollar tecnologías limpias, como el hidrógeno verde y biocombustibles de segunda generación. Las ambiciones de Moeve no se detienen aquí; la empresa espera construir una red de carga ultrarrápida, aumentando los puntos de recarga de 160 a 400 en el plazo de un año.

El esfuerzo de Moeve por convertir el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde en un hub energético clave en Europa ha atraído a grandes inversores, como el gigante chino Hygreen, que buscan unirse a este floreciente proyecto.

Sin embargo, la transformación de Cepsa a Moeve plantea preguntas sobre el futuro del sector energético. ¿Seguirán otras petroleras esta tendencia hacia una mayor sostenibilidad y transparencia, o permanecerán aferradas a sus raíces tradicionales? Lo que es innegable es la voluntad de Moeve de reinterpretar su legado y adaptarse a un mercado cada vez más crítico con las prácticas contaminantes, en un mundo que exige un cambio radical en la manera en que consumimos energía.

A medida que la percepción pública de las empresas energéticas evoluciona, el movimiento de Moeve podría marcar un precedente y hacer temblar los cimientos del sector. ¿Estamos ante el inicio de una revolución energética, o es simplemente un lavado de cara? Solo el tiempo lo dirá.