Un devastador terremoto de magnitud 7,7 sacudió este viernes (28.03.2025) Birmania y Tailandia, dejando un trágico saldo de más de 150 muertos, y se espera que este número aumente con el tiempo. Además, miles de heridos y decenas de personas están atrapadas bajo los escombros de un rascacielos en construcción que se derrumbó durante el sismo.

El epicentro del terremoto se localizó a solo 16 kilómetros de la ciudad de Sagaing, Birmania, a una profundidad superficial de 10 km, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). La violencia del sismo fue tan intensa que desató una réplica de magnitud 6,4 minutos después, rompiendo carreteras, incluyendo el famoso puente Ava, y arrasando edificios.

La junta militar que gobierna Birmania, consciente de la magnitud de la tragedia, ha lanzado un pedido de ayuda internacional y ha declarado estado de emergencia en seis regiones. El líder de la junta, Min Aung Hlaing, mencionó en un discurso televisado que, aunque la cifra oficial de muertos es de 144 y 732 heridos, advirtió que "probablemente aumentará" a medida que continúen las labores de rescate. En su emotivo llamado, Hlaing expresó: "Me gustaría invitar a cualquier país y organización a que venga a ayudar. Gracias".

Este inusual pedido de asistencia por parte de las autoridades militares indica la gravedad de la situación en un país donde la infraestructura ya se encontraba debilitada tras cuatro años de guerra civil.

En Tailandia, el sismo también dejó huellas devastadoras, cobrando la vida de al menos 10 personas. A pesar de estar a aproximadamente 1,000 kilómetros del epicentro, el terremoto sacudió fuertemente el norte del país y la capital, Bangkok. El gobierno tailandés ha decretado un estado de emergencia en la capital, donde un edificio en construcción de más de 30 pisos colapsó, atrapando a numerosos trabajadores en su interior.

El viceprimer ministro Phumtham Wechayachai informó a la prensa que de los trabajadores afectados, al menos tres perdieron la vida, y 81 están atrapados entre los escombros. Las autoridades han desplegado equipos de rescate para tratar de localizar a las víctimas sobrevivientes y brindar asistencia médica a los heridos.

Las imágenes desde el lugar de los hechos muestran una escena desoladora, con familias enteras en busca de sus seres queridos entre los restos de los edificios caídos. Los equipos de rescate continúan trabajando incansablemente, pero la tarea se complica por las condiciones inestables y la posible ocurrencia de más réplicas.

El mundo observa con preocupación, mientras Birmania y Tailandia enfrentan uno de los peores desastres naturales en décadas. ¡La situación es crítica y las celebraciones del Año Nuevo birmano están empañadas por esta tragedia! Mantente informado sobre los últimos acontecimientos y cómo puedes ayudar a las víctimas de este devastador terremoto.