Brady Corbet, el nuevo favorito al Oscar con 'The Brutalist': ¡Las impactantes declaraciones sobre Donald Trump y el Tercer Reich!
2025-01-23
Autor: Lucia
Existen películas que trascienden su duración y formato, aquellas que, tras verlas, dejan una huella indeleble en el espectador, impulsándole a desmenuzar cada detalle y a analizar con detenimiento las decisiones creativas detrás de cada imagen. En este contexto, 'The Brutalist' de Brady Corbet, que cuenta con diez nominaciones a los Oscar, se erige como una de estas obras maestras. Desde su primera proyección en el Festival de Venecia, el filme ha capturado la atención del público por su misteriosa propuesta y su ambicioso formato: fue filmado en 70 milímetros, con una duración de casi cuatro horas, incluyendo un intervalo.
Este tercer trabajo de Corbet no es solo extenso y visualmente impactante, también es revulsivo. La trama narra la historia de un sobreviviente del Holocausto que, al llegar a Estados Unidos, se encuentra con la brutalidad de un capitalismo feroz. Su primera visión al desembarcar es una versión invertida de la famosa Estatua de la Libertad, una potentísima metáfora del desencanto.
Brady Corbet se aleja del habitual hermetismo de muchos cineastas, disfrutando de compartir sus visiones y profundizando en el significado detrás de cada decisión tomada. En cada rincón de 'The Brutalist' se puede sentir la intención poética y política que subyace. La estética del mármol de Carrara, bellamente filmado, es utilizada para ilustrar la erosión del capitalismo incluso en la naturaleza misma, sirviendo además como antesala a las impactantes metáforas sexuales que la película explora.
Significativamente, 'The Brutalist' llega en un periodo en el que Donald Trump acaba de ser reelegido como presidente. Corbet nota una inquietante similitud en la actitud de Trump hacia la arquitectura moderna, comparándola abiertamente con la del Tercer Reich. “Es fascinante observar cómo, 70 años después, Trump refleja una actitud del pasado hacia el diseño y la arquitectura”, explica el director, enfatizando la importancia de que los espectadores reconozcan que estas ideologías siguen vigentes hoy en día, y lo reafirma: “Esta película es un recordatorio de que la historia tiende a repetirse.”
Además, Corbet ha ambientado todas sus películas en épocas pasadas, buscando siempre un contexto histórico que complemente sus narrativas. En esta ocasión, eligió los años 50, etapa en la que el brutalismo emergió, estableciendo una conexión entre la arquitectura de la posguerra y la psicología de la sociedad de ese tiempo. La película también se adentra en el concepto de la masculinidad y cómo su protagonista, interpretado por Adrien Brody, busca maneras de expresar amor tras los horrores del Holocausto.
Corbet reflexiona sobre cómo la agenda conservadora tiende a romantizar esa década, mientras él pone de relieve que, aunque visualmente rica, fue un tiempo notablemente complicado para el ser humano. “La historia del cine ha apoyado a los desfavorecidos, pero la lucha aún continúa”, añade, subrayando su deseo de que 'The Brutalist' inspire un diálogo efectivo sobre los temas que retrata.
Por otro lado, su película se presenta también como un antídoto a 'El manantial', el filme de King Vidor basado en la novela de Ayn Rand, que glorificaba el individualismo. Corbet, sin embargo, propone un relato que critica dicho enfoque, posicionando a su obra como una respuesta a las creencias capitalistas que tanto preocupan en la actualidad. Además, reflexiona sobre Malinterpretaciones históricas de figuras como Ayn Rand y Karl Marx, reconociendo la complejidad de sus ideas.
En su discurso en los Globos de Oro, Corbet defendió la necesidad de que los cineastas mantengan el control final sobre sus obras, agregando que la competencia con las plataformas de streaming plantea nuevos retos. En este sentido, admite que podría haber colaborado con Netflix si se hubiera presentado la oportunidad, pero siempre dará prioridad a la autonomía creativa.
“Para mí, lo esencial es qué historia deseas contar y en qué formato”, concluye Corbet, reafirmando su compromiso con la creatividad. 'The Brutalist' no es solo una película; es un llamado a la reflexión y al debate sobre el arte, la historia y su impacto en la sociedad contemporánea.